Grondona siempre queda bien

Gustavo de Marinis / Diario Uno de Mendoza

Si quedar bien fuese un deporte, Julio Grondona sería el presidente de una asociación que podría nuclear a los “quedadores bien”. Fiel a su famosa cintura política, una vez más hizo uso (¿y abuso?) de su capacidad para eludir cuestionamientos y deslindar responsabilidades. Esa habilidad es la que le permitió mantenerse desde 1979 como máximo dirigente de AFA, con el notable récord de seis reelecciones. Y si así le va bien —y queda bien, como a él le gusta— para qué cambiar.

  Ahora salió a reclamar que Tocalli y Fillol expliquen por qué Lux no irá al Mundial. También aseguró que ningún otro futbolista hizo más méritos que el arquero de River para estar en la selección. Tuvo que apurarse a hacerlo público porque estaba quedando mal. Todos los cañones lo apuntaban como el responsable de que Pekerman decidiera sobre el final llevar a Ustari y no al Poroto. Las versiones decían que el DT había cedido a la presión de su patrón y por razones no deportivas llevó como tercer arquero al de los Rojos y no al de River.

  La historia de Don Julio está muy ligada con Independiente. La duda es por qué, si tira para los Diablos, no utilizó sus influencias en favor de Agüero. Quizás sea por ese afán de quedar bien, para evitar que lo critiquen por intentar beneficiar a un club de sus afectos. Aunque se oponga a la presencia del Kun, no queda mal, porque hace hincapié en el talento y el futuro del pibe y no “lo mete” en el lista de Pekerman.

  Se puede pensar que Grondona dice la verdad y se siente mal por la exclusión. Pero tampoco estaría mal adivinar que respetará y avalará las explicaciones que les reclama a Fillol y a Tocalli. Así quedará bien con ellos también.