La Santa Sede castigó a un prominente sacerdote

El Vaticano dijo ayer que pidió a un prominente sacerdote mexicano sobre el que pesan denuncias de abusos sexuales, que renuncie a celebrar misas y contactos públicos, y que consagre su vida a la "oración y el arrepentimiento".

El reverendo Marcial Maciel, el religioso sancionado, expresó que, si bien se declara inocente, acepta la decisión de la Santa Sede "con fe, total serenidad y tranquilidad de conciencia", según informó la orden por él impulsada, los Legionarios de Cristo, en su página de Internet.

El Vaticano no dijo si había determinado la veracidad de las acusaciones contra el sacerdote de 86 años, pero expertos en leyes canónicas manifestaron que la Santa Sede no hubiera impuesto una sanción tan severa si no hubiese encontrado al menos algo de validez en las denuncias.

Maciel es uno de los funcionarios de la Iglesia más prominentes que El Vaticano ha sancionado por su presunta participación en hechos de abuso sexual de niños.

Se trata de las primeras medidas disciplinarias por abuso sexual que toma El Vaticano desde que Benedicto XVI asumió el año pasado.

Desde 1998, la Congregación para la Doctrina de la Fe, encabezada por Joseph Ratzinger antes de ser Papa, ha investigado las acusaciones de ex seminaristas que alegaron haber sido sometidos a abuso sexual, hace décadas, por parte de Maciel. En un principio, nueve ex seminaristas acusaron al mexicano de abusar de ellos cuando eran niños o adolescentes en las décadas del 40 al 60. Posteriormente hubo más denuncias.

Saúl Barrales, uno de los nueve ex seminaristas que presentaron las primeras acusaciones, elogió la medida del Vaticano. "Me parece ideal. Felicidades al Vaticano, por que finalmente el Papa está haciendo algo sobre esto", dijo en declaraciones efectuadas en México. "Juan Pablo II lo apoyó, pero yo creo que fue engañado o no le dijeron totalmente la verdad, pero el Papa actual está haciendo lo correcto. Maciel hizo tanto daño a tantas personas", manifestó. (AP)