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 sábado, 20 de mayo de 2006  
La Justicia neuquina aceptó un pedido de muerte digna

En un fallo sin precedentes en la provincia, la Justicia neuquina aceptó el pedido de los padres de un niño de 11 años que padece una enfermedad incurable a morir en forma digna en vez de soportar tratamientos invasivos como los que se suministran en las unidades de terapia intensiva, o por asistencia mecánica respiratoria. El fallo lo determinó la jueza Isabel Kohon, a cargo del Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia 2 de Neuquén.

El chico padece una enfermedad crónica y progresiva denominada mucopolisacaridosis, que no tiene tratamiento curativo.

Los padres del chico habían planteado al equipo médico que lo atienden en el hospital Castro Rendón que, en caso de registrarse una complicación, el paciente no sea ingresado a la sala de terapia intensiva.

El planteo de los padres del niño se refiere a su negativa a que se prolongue la vida de su hijo a través de medios artificiales teniendo en cuenta que los mismos se tornarían "cruentos y desproporcionados", como se expresó en el fallo.

No obstante, los progenitores expresaron que no rechazan cualquier tratamiento médico, sino tan sólo aquellos que, en forma invasiva, impliquen mantener a su hijo dependiente, mientras viva de un medio artificial de soporte vital.

La mucopolisacaridosis es un trastorno de tipo hereditario que se caracteriza por una alteración en el proceso químico que lleva al aumento, disminución o alteraciones en la calidad de ciertas sustancias que requieren estar en equilibrio.

El fallo ordena además hacer saber a los médicos tratantes que deberán realizar todas las prácticas médicas necesarias consideradas como cuidados paliativos y disponiendo las acciones necesarias para que el paciente "no sea privado de confort físico y espiritual, aliviando su sufrimiento y mejorando la calidad de vida remanente, y evitando que el niño ingrese a terapia infantil a los efectos de recibir tratamientos invasivos".
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