Los maestros reemplazantes

Hace diez años soy maestra de grado reemplazante de larga duración, y el 1º de junio, como tantas compañeras, debo cesar en el cargo. Es lamentable escuchar a la ministra de Educación decir que los reemplazantes reclamamos lo que nunca tuvimos. En estos diez años trabajé en medio de la villa, asistí a mis alumnos con amor, lloré y me reí con ellos y con sus padres infinidad de veces. Saqué cosas de mis hijas para llevarle a mis alumnos, y la ministra dice que no tengo derechos. ¿No es su obligación estar del lado de sus maestros, darles estabilidad laboral? Recuerde que hace doce años que no hay concursos de ingreso a la docencia. Su función no es sólo repartir subsidios frente a las cámaras de televisión, sino dar tranquilidad a los maestros o al menos medir un poquito las palabras y no herir a las personas innecesariamente.

María Andrea Román, DNI 18.113.164

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