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jueves,
18 de
mayo de
2006 |
Un malestar generalizado
El filme recogió rechazos y manifestaciones en contra
"El código Da Vinci", que abrió la muestra del Festival de Cannes, tuvo rechazos públicos y privados, como el de una religiosa que rezó arrodillada sobre la alfombra roja por la que pasan las celebridades, hasta el de la organización religiosa Opus Dei, en Roma, que en el filme aparece transformado en una secta peligrosa, y que promovió una campaña de relaciones públicas para combatir la visión ofensiva propia del cristianismo que según la entidad plantea la película.
El director reaccionó ante las protestas originadas en todo el mundo con una recomendación a los espectadores a quienes sugirió que no vean la película si piensan que les podría incomodar la forma en que son tratadas las creencias cristianas en la película "El código Da Vinci".
"No hay duda de que la película seguramente molestará a algunas personas", reconoció Howard a los periodistas. "Mi consejo es que no vayan a verla si creen que les molestará. Esperen. Hablen con alguien que la haya visto. Analícenla. Y luego saquen una conclusión sobre la cinta misma".
Howard también apeló a la razón más elemental para argumentar a favor del filme: "Se trata de un entretenimiento, no es teología". A tal punto llegó la confusión en torno al filme que ante una pregunta periodística que pretendía incomodar al protagonista, Tom Hanks, sobre si creía que Jesús se casó con María Magdalena como lo propone el filme, el actor contestó: "No estaba allí cuando ocurrió todo eso".
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