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domingo,
14 de
mayo de
2006 |
Córdoba: los caminos de Las Gemelas
El cerro Las Gemelas es uno de los puntos panorámicos hacia el Valle de Punilla al que se accede desde Capilla del Monte. Un camino se abre desde el barrio de su mismo nombre y alcanza unos 1.300 metros de altura sobre el nivel del mar. Al llegar al final, un complejo construido en los '50 invita a internarse en caminos de montaña o a volar sobre el valle.
Una vertiente de agua mineral, en el corazón del cerro, le prestó el nombre al complejo: Agua de los Palos. En la base del cerro se encuentra la entrada, un portón que cruza el camino. Desde allí, el camino sube hacia el restaurante, la base de partida para cualquiera de las actividades.
La más popular es la cabalgata. Vaqueanos del cerro guían a los visitantes por senderos hacia la cumbre del cerro o hacia el dique Los Alazanes. Los paseos se inician a la mañana y bajo sugerencia de llevar mate, ya que de la vianda se encargan los guías.
El paseo tiene una duración de seis horas entre piedras, balcones hacia el valle y sus poblados, y la cambiante flora del cerro, con la certeza de un plato caliente al final del camino. Más corto, el ascenso a la cumbre implica una cabalgata de tres horas. Pero desde la altura, la visión de los faldeos es un aliciente tentador. El ascenso a la cumbre se puede hacer caminando, en menos de dos horas.
Cualquiera de las excursiones a caballo incluye en su costo (50 pesos la que va hacia el dique y 40 la de la cumbre) un almuerzo completo en el restaurante.
El refugio tiene una cocina muy simple fuera de la temporada de visitas (verano, vacaciones de invierno o fines de semana largos), aunque mantiene todo el año el sabor de la cocina casera y regional y un plato que trasciende la fama de la casa: la carne al plato. "La gente le siente un gusto particular, pero es carne de vaca -explica la cocinera-. El secreto es que se crían aquí, comiendo pasto del monte", confiesa.
El paseo a caballo también es una opción - la otra es caminando- para recorrer el vía crucis que circunda otra saliente del cerro. Las quince estaciones de color blanco están marcadas por piedras esculpidas por el maestro Scalisi. Desde el camino, las placas señalan el recorrido que constituye un espléndido balcón hacia Capilla del Monte.
En vuelo
La cumbre de Las Gemelas es el punto de partida de los parapentes, una actividad que sólo tiene como condicionante el clima, ya que no se puede practicar si hay mucho viento. Los guías, desde la mañana, están al tanto de los anuncios meteorológicos y pueden contactarse antes de alentar las ilusiones de volar. Si se confirma la salida, vehículos del complejo suben a los practicantes a la cima. Allí se concreta el salto, en parapentes de dos plazas, para que el instructor acompañe el paseo. El vuelo en parapente sigue el rumbo que marcan las corrientes térmicas. Las nubes no obstaculizan el paseo.
Con un buen día es posible cruzar por encima del Uritorco y descender por el faldeo de Las Gemelas.
El refugio fue la sede del Campeonato Argentino de Parapente Open Gemelas 2006. Durante un fin de semana, pilotos de todo el país colorearon el cielo y pulularon por las laderas del cerro con sus campamentos y mochilas.
El complejo Agua de los Palos fue construido en la década del 50, en el esplendor de las sierras como destino vacacional. Está ubicado sobre terrazas, salientes y escaleras de piedra que habitan, junto a los senderos y vertientes, las más de mil hectáreas que ocupa el total de la estancia. Una pausa de tres décadas en la actividad del complejo incidieron en la repoblación de la flora y fauna autóctonas, que ahora se conservan casi intactas.
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Fotos
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La vista más popular del cerro, que fue sede del campeonato argentino de parapente, es una invitación abierta a volar.
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