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domingo,
14 de
mayo de
2006 |
Entrevista. Juan José Alvarez ratifica su no alineamiento con el presidente
"Kirchner tiene una actitud poco amiga del consenso"
Aunque asegura que "nadie valida políticas del pasado", formó un bloque en Diputados con menemistas y adolfistas
Rodolfo Montes / La Capital
Juan José Alvarez, diputado nacional y uno de los pocos peronistas que no se alinea con la Casa Rosada, fundó un nuevo grupo (El General), casi en sintonía con la aparición de un restaurante temático con ese mismo nombre en la Capital Federal, en obvia alusión al fundador del PJ.
Conformó el bloque Justicialismo Nacional con menemistas y adolfistas, pero asegura que el acuerdo no lo es todo en política. "Afuera del Congreso no somos lo mismo", aclara. Alvarez se dice lejos de tributar a cualquier candidatura opositora a presidente, pero Adolfo Rodríguez Saá y Mauricio Macri no están descartados.
El 25 mayo cumplirá 51 años y lo festejará "en familia", avisa Juanjo, en alusión al acto en la Plaza de Mayo convocado por Néstor Kirchner, que no lo contará entre los asistentes. Para Alvarez la primera cuestión es no andar con el peronómetro ("esto sí o esto no", explica). También le asegura a La Capital que espera que "el PJ sea normalizado, porque si hablamos de calidad institucional debemos empezar por los partidos, en especial el justicialista, el más grande de la Argentina".
-¿Su grupo es el último espacio de rebeldía contra Kirchner en el Congreso nacional?
-Hicimos campaña diciéndoles a los ciudadanos que no éramos el Frente para la Victoria sino otra cosa, y que no veníamos a estafar al electorado armando dos listas para quedarnos con los tres senadores. Lo que hacemos es ratificar esa posición y mantener la coherencia. No somos caretas de la política ni podemos decirles a la personas "miren, como sacamos menos votos de lo que esperábamos nos vamos con el que ganó". Ojo: sería más fácil tomar otro camino, porque no se nos escapa la popularidad del presidente. Negarlo implicaría un acto de necedad política. Acertados o equivocados, lo nuestro es un problema de convicciones.
-Pero en el PJ, para una mayoría pragmática, domina la lógica de ir detrás del que gana, aunque exprese una política contraria a la de esa mayoría.
-En el peronismo se expresan proyectos y sectores distintos, y no está mal que prevalezcan unos u otros. Lo que no puede ocurrir es que sean los mismos personajes los que se van corriendo y colocando siempre con el proyecto ganador. Que uno juegue de arquero y otro de nueve, está bien. El problema es cuando el arquero quiere jugar de nueve o viceversa.
-En su equipo tiene jugadores para todos los puestos y de procedencia diversa.
-Están quienes vienen del menemismo, del adolfismo y del duhaldismo, es cierto. Ahora bien, ¿en el espacio que lidera el presidente no hay también personas provenientes de esos sectores? ¿Cuántos militantes peronistas de La Rioja no lo hicieron con Menem? ¿Cuántos de Buenos Aires no hicieron lo propio con Duhalde? En nuestro espacio nadie puede venir a validar políticas del pasado. Pero si alguien fue menemista y hoy está con el proyecto de Kirchner, ¿por qué no puede ocurrir lo mismo con nuestro espacio?
-¿De Kirchner lo separa una concepción política, la matriz del proyecto o su estilo y personalidad?
-Esto último tiene que ver con las personas, no es un tema ideológico. En el presidente veo una actitud excesivamente fuerte, poco amiga del consenso, y eso no me gusta. El armado de Kirchner es muy grande, proviene de diversas organizaciones sociales y políticas, pero no tiene una centralidad peronista clara. En las elecciones el Frente para la Victoria enfrentó al PJ de Buenos Aires.
-Si no tiene centralidad peronista, ¿lo ve como filo izquierdista?
-No lo diría así, tan simplificado. Hay cuadros en el armado de Kirchner que provienen de una experiencia de izquierda, es innegable. Pero también resulta exagerado inferir que por, la presencia de ciertos cuadros con ese origen, se trate de un gobierno de izquierda. Tampoco lo considero de derecha porque tenga a un economista como Martín Redrado.
-Sin embargo, la economista más importante del gobierno, la ministra Felisa Miceli, tuvo cercanía juvenil con el PRT.
-Las cercanías ideológicas juveniles tienen poco que ver con las políticas que se llevan adelante al momento de ocupar un sitio importante en el Estado. Hay demasiados ejemplos que lo demuestran. Muchos de los que fueron de la izquierda peronista no validaron esa conducta a la hora de gestionar, y otro tanto ocurrió con supuestos derechistas que fueron progresistas al momento de gobernar. De todos modos, no le tomo examen a nadie ni aplico el peronómetro.
-¿Por dónde pasa la mayor diferencia del Justicialismo Nacional con el proyecto de Kirchner?
-Vemos un problema de sesgo y otro de estilo. Pedimos sencillamente que escuchen nuestras posiciones. Esta verdad relativa no es más ni menos que la de los demás. Somos parte de este conglomerado llamado peronismo y tenemos derecho a opinar.
-Pero en el PJ la lógica es que las minorías no son tenidas muy en cuenta. El que manda impone la política y el resto acompaña...
-Esa lógica es la de todas la mayorías, no sólo en el peronismo. Dicen que en los tiempos de fulgor alfonsinista, en el Congreso "la ley del número te pegaba en la cabeza y mal". Tanto para un lado como para el otro, esto debe cambiar.
-¿Cómo?
-Cumpliendo los mecanismos institucionales, escuchando a todo el mundo. No pedimos que la mayoría no ejerza su condición sino que lo haga sin abusos. El Congreso debe ser el ámbito de resonancia del pluralismo, y no es una frase remanida.
-El nuevo espacio que integra rescata la palabra justicialista. ¿Ven allí un valor simbólico, político o práctico?
-Es lo que somos, nos identifica frente a la sociedad, para bien o para mal. Es práctico, porque nos identifica, y de gran valor simbólico ya que representa un sistema de valores que los peronistas reconocen.
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