|
domingo,
14 de
mayo de
2006 |
Antroposofía: conocimiento, salud y pedagogía
La medicina antroposófica surgió como resultado del trabajo conjunto de Rudolf Steiner, con un grupo de médicos y farmacólogos, con el ánimo de enriquecer su visión de la profesión médica y del concepto puramente mecanicista de la medicina (y del ser humano) que predominaba en aquella época.
Como resultado de ese trabajo, y en base a la necesidad de disponer de los medicamentos apropiados a ese método terapéutico, un nutrido grupo de médicos y farmacólogos desarrollaron una amplísima gama de medicamentos antroposóficos, logrando de esta manera complementar eficientemente a la medicina alopática.
La medicina antroposófica se practica oficialmente en diversos países de Europa y del resto del mundo, y está integrada en muchos de los sistemas nacionales y entidades privadas de salud, incluido el reembolso de los medicamentos y el tratamiento ambulatorio y hospitalario.
Conforme a esta filosofía el hombre es una entidad formada por cuatro partes constitutivas. En este sentido, tiene el cuerpo físico (que se manifiesta en los órganos sensoriales) en común con todo el mundo visible circundante; el cuerpo etéreo (sistema glandular) en común con los vegetales y animales, y el cuerpo astral (que se manifiesta en el sistema nervioso) en común con los animales. El cuarto miembro, el yo, se expresa en la sangre y su circulación, y le pertenece a él solamente.
Una gran parte de los medicamentos antroposóficos están elaborados basándose en métodos homeopáticos, de los cuales toma, de forma diferenciada, la técnica de la dinamización (potenciación) y la designación de las distintas diluciones en base decimal. Sin embargo, tanto la concepción de la "fórmula" y su aplicación terapéutica como los procesos farmacéuticos de transformación, se diferencian del resto de los métodos homeopáticos clásicos.
La medicina antroposófica entiende al ser humano como a alguien en desarrollo, interrelacionado íntimamente con toda la naturaleza de su entorno. Por lo tanto, además de los signos y síntomas físicos también tiene en cuenta su vitalidad, su vida emocional y su biografía. A partir de esto, puede profundizar en el conocimiento de las causas reales de los desequilibrios (dolencias) y actuar con medicamentos obtenidos de los reinos animal, vegetal y mineral.
Esta medicina también se apoya en los conocimientos, medios de diagnóstico y práctica de la medicina tradicional. Con su visión del hombre sano, y por ende también del enfermo, puede enriquecer los recursos diagnósticos y terapéuticos. De esta manera brinda basamentos serios y amplios, necesarios para fundamentar el mentado concepto de "humanizar el arte de curar".
La primera tarea de un farmacéutico consiste en preparar los medicamentos a partir de las materias primas medicinales. El farmacólogo al servicio de la medicina antroposófica prepara medicamentos adaptados al ser humano cuyas materias primas provienen esencialmente de la naturaleza.
Para el fundamento en la búsqueda de los remedios se pregunta: ¿dónde encontramos en la naturaleza un proceso que guarda afinidad con un proceso en el hombre, pero que en el individuo se manifiesta en forma patológica? Generalmente no es posible incorporar al organismo humano sustancias naturales en su estado original (como están afuera). Lo que el proceso farmacéutico realiza, es "direccionar" las sustancias naturales hacia el hombre: desde la sustancia natural, atravesando un proceso farmacéutico, hasta el remedio.
Fundándose en el conocimiento que se posee de la sustancia y las relaciones de curación que se han evidenciado con los procesos humanos, trata de actuar para que el proceso natural se sobrepase a sí mismo, se transforme y finalmente se integre al medicamento. Tales procesos por su naturaleza son lentos y no agresivos. Sólo entra en consideraciones cuantitativas en la medida que existan exigencias mínimas imperativas en las farmacopeas para esta sustancia.
La farmacia antroposófica utiliza múltiples procedimientos y métodos, en parte conocidos desde hace mucho tiempo, de los cuales se destacan: procedimientos que utilizan el calor, dinamizaciones, fabricación de metales vegetabilizados, fabricación de espejos metálicos y de compuestos a partir del modelo de plantas medicinales.
Los puntos de vista del proceso farmacéutico de obtención de los medicamentos antroposóficos no contemplan la elaboración sintética pura de sustancias activas, ni su aislamiento de plantas y animales, como tampoco la optimización y estandarización de sus componentes. Están dirigidos a la adecuación de la sustancias curativas obtenidas de la naturaleza a los procesos del cuerpo humano para estimular la sanación del organismo.
[email protected]
enviar nota por e-mail
|
|
|