Los estrenos bajo la lupa de Escenario

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"Eros"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: G. Li y Robert Downey Jr. Dirección: Wong Kar-Wai, Steven Soderbergh y Michelangelo Antonioni. Género: comedia dramática. Sala: Del Patio.

"Eros" es un ejercicio narrativo colectivo sobre uno de los impulsos más elementales. La película está compuesta por tres mediometrajes pertenecientes a Michelángelo Antonioni, Steven Soderbergh y Wong Kar-Wai. Antonioni eligió un tono intelectual, metafórico y desapasionado para su parte, protagonizada por una pareja en crisis, con una puesta en escena caracterizada por un implacable rigor plástico; Soderbergh, en cambio dejó filtrar la ironía y la atmósfera onírica para contar los conflictos eróticos de un ejecutivo en los años 50, muy bien interpretado por Robert Downey Jr. Wong Kar-Wai vuelve a sorprender con su estética en la que pueden confluir el refinamiento y la sordidez. El director taiwanés se destaca con una trama original, y tan sutil como brutalmente desarrollada sobre el amor irresuelto de una prostituta y su sastre, a los cuales ubica en las situaciones decadentes extremas, a pesar de lo cual pueden conservar la dignidad hasta el final.

R.B.
"Dos por el dinero"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Al Pacino y René Russo. Dirección: D. Caruso. Género: drama. Salas: Monumental, Showcase y Village.

La metáfora del cine norteamericano sobre el mundo de las apuestas fue aludida en decenas de filmes con suerte dispar. "Dos por el dinero" es el ejemplo de una historia previsible, que se salva por la buena performance de los protagonistas, en especial de Al Pacino. Brandon (Matthew Mc Conaughey) es un jugador de fútbol americano a quien una lesión le hizo cambiar su rumbo. Devenido en pronosticador de resultados del deporte que ama, ingresa en el temible mundo de las apuestas de la mano de Walter (Pacino), un apasionado sin límites por el juego. La película tiene la virtud de atrapar al espectador y por momentos deja abierta la incógnita con el suspenso propio de la definición de un partido. Sin embargo, el director eligió un cierre políticamente correcto y no arriesgó por un epílogo más oscuro o abierto que le hubiese dado más vuelo a la historia. Además de Pacino, sobresalen René Russo, Mc Conaughey y Armand Assante, sobre quienes la trama transita a paso firme.

P.S.


"7, número equivocado"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: J. Hartnett y S. Tucci. Dirección: Paul McGuigan. Género: thriller. Salas: Del Siglo, Monumental, Showcase y Village.

La historia de un joven que se muda de ciudad excede el límite de lo que podría ser una previsible aventura arriesgada para convertirse en una pesadilla sin final. Todo se desencadena cuando un muchacho de Los Angeles sufre un fracaso sentimental y llega a Nueva York para vivir en la casa de un amigo quien, aparentemente, tiene algunos problemas con la mafia. A partir de ese momento el director Paul Mcguigan juega con las confusiones y somete al protagonista a una persecución implacable. Los mafiosos lo creen su deudor y lo acosan y la policía supone también que el sujeto es perseguido por su pertenencia a la sociedad delictiva.

La conclusión de que no conviene estar en el lugar equivocado en el momento menos propicio, asalta constantemente al sufrido protagonista de la historia. Sin embargo esos padecimientos le servirán al espectador para pasar casi dos horas entretenido, viendo cómo se las arreglará para superar el complejo trance en el que está metido.

M.M.


"Un papá con pocas pulgas"
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: T. Allen y Robert Downey Jr. Dirección: Brian Robbins. Género: comedia. Salas: Monumental, Showcase y Village.

Este remake de un clásico de Disney tuvo un gran éxito de público en Estados Unidos y una muy mala crítica, sobre todo a partir de que en influyente site IMDB aparece como una de los 100 peores películas de todos los tiempos. La historia de esta especie de Mendieta norteamericano (un ayudante de fiscal, al investigar un caso de un laboratorio de animales, se infecta por accidente con un suero de mutación genética que lo convierte en perro) es ciertamente bastante tonta e incoherente, pero tampoco es para tanto. Es decir, cualquier vecino ha visto películas peores y, seguramente, no tan inofensivas como "Un papá con pocas pulgas". La película, rápidamente se enreda en su propio argumento, aunque arrancará en el espectador más de un par de risas genuinas. Sobre todo, por ver al mismísimo Robert Downey Jr. haciendo el ridículo de su vida. Cabe señalar que Tim Allen -el hombre-perro- lejos de caer en el absurdo, logra sobrellevar muy bien hasta los momentos más vergonzosos para él como actor, en pos de la trama.

J.C.


"El nuevo mundo"
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Colin Farrell y Q'Orianka Kilcher. Dirección: Terrence Malick. Género: drama. Salas: Monumental, Showcase y Village.

Terrence Malick volvió a rodar después de siete años con un estilo fiel a aquel que le valió el reconocimiento internacional a través de "La delgada línea roja". También, como en aquella ocasión, el tema central vuelve a ser la violencia y su trascendencia metafísica. En este caso se trata de la violencia que ejerce quien posee el poder sobre un grupo de personas con pocas posibilidades de defenderse. La leyenda de la princesa americana Pocahontas le sirve al director de vehículo para mostrar el doble discurso del poder. Aunque a primera vista el producto aparece descolorido y como un relato excesivamente edulcorado sobre un romance improbable, Malick consigue las mejores escenas con un recurso más que transitado como es la voz en off del protagonista y que también había utilizado en "La delgada línea roja". El verdadero sentido de este extenso filme queda reflejado en esas breves escenas en las que el capitán Smith, interpretado por Colin Farrell, comprende la dimensión de la tragedia que está protagonizando al frente de la avanzada inglesa colonizadora. La miseria y el egoísmo de los soldados que tiene a su cargo, la violencia ejercida sin medida contra personas que desconocen el efecto letal de las armas y su propia procedencia de un mundo que aparece en toda su magnitud como la representación de la decadencia ante sus fantasías sobre la pureza de los habitantes originales de aquella tierra, constituyen el mejor resumen del trabajo. Sin embargo, quizás por el temor que de que esa reflexión no fuera accesible desde el aspecto visual, Malick satura su mirada idealizada sobre una cultura verdaderamente agredida.

R.B.