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sábado,
13 de
mayo de
2006 |
Abigeato en Alvear. Cuatreros ingresaron a un campo la madrugada de ayer y robaron 5 porcinos
En un año le robaron 148 cerdos de una chacra
Un pequeño productor aseguró que ni los tiros al aire de su escopeta ponen en fuga a los ladrones nocturnos
Ariel Etcheverry / La Capital
Roberto Mierke, un productor de porcinos afincado en la zona rural de Alvear, está cansado y ya no anda con vueltas para explicar el saqueo constante del cual es víctima. Antenoche, la última vez que lo visitaron los cuatreros en su chacra ubicada cercana al cruce de la autopista a Buenos Aires y la ruta A-012, le llevaron 15 cerdos. Hoy, la bronca que siente le ganó a la serenidad y afirma: "En el último año me robaron 148 animales". A la hora de buscar explicaciones, el chacarero remarcó: "Acá funciona una banda que está bancada por el comercio en negro que se maneja en la zona. Tenemos apuntadores y choros que actúan siempre de madrugada, entre las 2 y las 5, cuando la policía dejar de patrullar".
Mierke tiene 59 años y trabaja en el campo desde los 9. Hace 36 que se estableció en un extenso predio ubicado a unos cien metros de la ruta A-012, a pocos kilómetros de la planta de General Motors. Allí vive y trabaja con su familia en la cría de porcinos y conejos. Pero el problema del abigeato lo tiene a mal traer. En diálogo con La Capital, el productor contó que ya no puede dejar la finca sola, ni de noche ni de día, "porque cuando volves no encontras nada".
Los cíclicos robos hicieron que Mierke tomara la decisión de armarse, pero aclaró: "Tengo una escopeta que uso para hacer varios tiros al aire para espantar a los cuatreros. Pero así y todo, vuelven. El robo anterior al de ayer a la madrugada, en el que los ladrones se apoderaron de 15 lechoncitos, sucedió el martes 2 de mayo, cerca de las 3.30". En esa oportunidad una banda alcanzó a llevarse 38 cerdos con el apoyo de un vehículo que se acercó al predio a campo traviesa. Los registros anteriores datan de antes de las fiestas de Fin de Año, cuando se registra la "temporada alta" en el comercio de porcinos.
La indignación de Mierke se incrementa, entre otras cosas, porque en la zona donde vive tienen su jurisdicción tres fuerzas de seguridad con supuesta capacidad para combatir el delito rural: la Dirección de Seguridad Rural (Los Pumas) tiene su destacamento a 4 kilómetros de la chacra, en el cruce las rutas 18 y A-012; un puesto policial especializado en el tema inaugurado hace poco en Pueblo Esther y la subcomisaría 8ª de Alvear.
"La policía, patrullar, patrulla", reconoció el productor mientras un móvil policial pasaba una y otra vez por la A-012 en el momento que La Capital hablaba con el dueño del establecimiento y el equipo periodístico del Canal 5 preparaba todo para una transmisión en directo desde el lugar. "El problema es de madrugada. Entre las 2 y las 5. Incluso con lluvia. Los choros llegan a caballo, a pie y hasta con camionetas. Además, me cortan los cables de los reflectores", argumentó.
La cantidad de animales que el comerciante pierde en cada incursión a su predio lo llevó a pensar que no se trata de la actividad de un grupo de ladrones menores. "Esto no lo hacen para comer o por necesidad. Acá hay una estructura bancada por alguien. Todo el mundo sabe donde van a parar, incluida la policía", dijo. En ese sentido expresó sus sospechas acerca de personas de Villa Gobernador Gálvez y Pueblo Esther. En este último caso, también vinculado al robo de caballos.
Mierke manifestó sentirse cansado por la ola de robos que sufre desde hace tiempo. Una reunión con el jefe de la Unidad Regional II, Héctor Hermida, dio sus frutos. La chacra estuvo vigilada desde una distancia prudente, pero en cuanto se dispuso el levantamiento de ese servicio los atracos nocturnos recrudecieron. "Ni siquiera se salvó (el empresario Roberto) Paladini que tiene un campo cercano. Allí hay seguridad privada, que cada tanto ahuyenta a tiros a los ladrones, pero yo no puedo pagar guardias propios".
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Mierke está cansado de tantos despojos en su chacra.
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