Ataques de delincuentes dejan 30 muertos en San Pablo

San Pablo- Una serie de ataques a la policía brasileña atribuidos a una banda criminal, ocurridos durante la madrugada en San Pablo y sus alrededores, dejaron al menos 30 muertos el sábado en el peor episodio de violencia en la

enorme metrópolis del país en años.

Un portavoz de la secretaría de seguridad del estado dijo que el ataque de casi 12 horas con armas de fuego y granadas se creía relacionado a la transferencia de cárceles de líderes del crimen organizado del Primer Comando de la Capital, conocido como PCC en portugués.

“La policía no va a retroceder ante estos ataques”, dijo Saulo de Abreu, secretario de Seguridad del estado de San Pablo al canal Globo News TV. “Nos golpearon en la médula de nuestra seguridad”.

Los líderes de la banda estaban siendo transferidos en un intento de frustrar una rebelión coordinada entre varias prisiones del estado de San Pablo planeada para el fin de semana del Día de la Madre.

Dos rebeliones de prisioneros en las ciudades de Iaras y Avare se desataron el viernes en el estado de San Pablo y terminaron con la toma de 25 rehenes, dijo el secretario de penitenciarios. Los incidentes continúan y los oficiales están

negociando para ponerles fin.

La secretaría dijo que había señales que indicaban que otras rebeliones se habían desatado en otras dos prisiones del estado, Araquara y Ribeirao Preto, pero que estaba esperando más información.

Se cree que los levantamientos en la prisión fueron organizados por el PCC, dijeron los funcionarios. En febrero de 2001, 29 prisiones en el estado de San Pablo se rebelaron simultáneamente dejando 19 muertos.

A las 5.30 hora local del sábado, 13 policías, un agente penitenciario, un civil y seis miembros de la banda habían sido asesinados en los ataques. En cuanto al saldo de heridos, fue de 13 policías, dos agentes penitenciarios, dos civiles y 15 miembros de las bandas, dijo la secretaría de seguridad.

Las cintas de la televisión local mostraron escenas con autos de policías y estaciones baleados con manchas de sangre en los asientos y el pavimento. (DPA)