Un espacio de opinión de chicos y jóvenes cumple un año

Se trata de la columna “Yo opino”, que surgió a pedido de los más jóvenes

“Yo opino”, el espacio que el suplemento de Educacion de La Capital dedica para que chicos y jóvenes se expresen cumple un año. La idea de destinar esta columna fija y semanal surgió en mayo del año pasado, luego de la convocatoria que realizara el diario para que los alumnos dieran su opinión sobre la libertad de prensa y el derecho a expresarse en distintos medios.

La respuesta a este llamado tuvo una excelente recepción, que se mostró en cientos de cartas. Entre los pedidos más escuchados estuvo la necesidad de que la opinión de los más chicos sea considerada en los medios. En ese sentido, Micaela Doroñuk, una joven de Casilda —la primera en participar de esta columna— había señalado: “La mayoría de las veces la opinión en los medios es de la gente mayor, por eso me parece bien que seamos tenidos en cuenta”.

Enseguida, y de manera ininterrumpida, se sumaron más niños, adolescentes y jóvenes que dieron su mirada sobre temas clave que hacen a la educación y a diversas preocupaciones de actualidad vinculados con la misma.

Desde el 14 de mayo (la primera publicación de la columna de “Yo opino”) se difundieron 47 opiniones. La mayoría fueron individuales, en tanto que otras fueron grupales y hasta colectivas, como las cartas abiertas de algunos centros de estudiantes expresándose por los resultados de la ley federal de educación.

Los expresiones fueron diversas y abarcaron desde una mejor atención en la escuela, lo que piensan sobre la educación sexual, qué cambios prefieren para sus escuelas, qué sienten cuando deben emprender un nuevo estudio o decidirse por una carrera y hasta demandaron más espacios donde ser tenidos en cuenta.

De esta manera Román Comelli de 10 años escribió sobre su gusto por los números. “Me gusta la matemática, no es aburrida, es un desafío, te sirve siempre porque en la vida siempre hay algo relacionado con los números”, dijo en entre otras ideas. A su vez, Jairo Pereira de 13 años, habló de su placer por la escritura y hasta se animó a confesar que le gustaría ser escritor. “Es hermoso escribir, escribiendo —dijo el nene— conozco lo que hacen los demás, y también que soy más inteligente. También que puedo ayudar a otros que lo necesiten. Todo eso y mucho más se puede hacer escribiendo”.

Albertina Oro, de 7 años, dio su parecer sobre la escuela y no dudó en opinar que los recreos son los preferidos. Por otro lado Martín Audano, de 17 años, puso en debate con su opinión la incertidumbre por la que pasan los estudiantes que están en el último año del polimodal y deben elegir una carrera.

Camila Pereyra de 11 años escribió en los últimos días del año pasado, cuando ya habían terminado las clases, y a modo de balance sobre lo mejor y lo peor de la escuela, la nena resumió: “Lo mejor de la escuela son los compañeros, mis amigos; y lo peor, las maestras cuando nos retan porque sí“. Otro que no le escapó a la opinión fue Cristian Palacios, de 20 años e integrante del Programa Municipal de Sida. El joven se refirió a los embarazos adolescentes, al cuidado del cuerpo y reclamó por un mayor compromiso para evitar las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos prematuros.