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miércoles,
10 de
mayo de
2006 |
El reclamo por seguridad se hizo
eco entre los vecinos de Fisherton
Una serie de robos en los últimos días llevó a los habitantes de la zona a pedir más medidas de prevención
El comisario Raúl Conti, a cargo desde noviembre de la seccional 17ª, llegó anoche a la esquina de Eva Perón (ex Córdoba) y Tarragona. No lo hizo a bordo de una patrulla, sino caminando. En ese lugar, a cinco cuadras de la casa del gobernador Jorge Obeid, lo esperaba una veintena de comerciantes de Fisherton que, como ya lo hicieron sus pares de Ludueña, 7 de Septiembre, Las Heras y otros barrios de la ciudad, pedían más y mejor seguridad. Lo que rebasó la paciencia de los vecinos fueron dos robos ocurridos el sábado. Uno, por la mañana, en una clínica; el otro, a la siesta, en una peluquería donde dos ladrones armados redujeron a 25 mujeres y esquilmaron a peluqueros y clientes.
Los vecinos estaban indignados, pero sin una bronca desmedida hacia la seccional de la zona, como en protestas de otras barriadas. El episodio que disparó la convocatoria vecinal ocurrió el último sábado en la peluquería de Luis Cosenza, ubicada en la esquina de Eva Perón y Tarragona. Eran las 14.30 cuando aproximadamente 25 mujeres esperaban su turno. Entonces entraron dos hombres a cara descubierta y robaron a peluqueros y clientela.
"Pensamos que eran vendedores ambulantes. Pero cuando entraron sacaron dos armas de fuego y nos robaron a todos", explicó Luis. "Fue un momento muy feo porque muchas personas jamás habían sufrido un robo y todo fue bastante traumático", contó el peluquero. "No sólo se llevaron la recaudación del día, sino que le robaron a las clientas. Una de ellas había sacado 2 mil pesos para hacer un viaje", comentó. "Lo que nosotros notamos es que en los últimos 60 días atendieron a la mayoría de los negocios de la zona", precisó el comerciante y terminó con una especie de mea culpa: "Nos sentimos responsables por los clientes".
Hablar con los vecinos permite delinear el mapa del delito en el barrio. "Lo que se nota es que hay temporadas. En una época se repiten los escruches, en otras los arrebatos. No hace mucho, en menos de diez días robaron en el banco Galicia, una concesionaria y la pinturería El Escorial", contó uno de los vecinos que se reunieron para exigir seguridad. Todos esos negocios están situados sobre la ex calle Córdoba, en la amplia zona comercial que arranca en Donado y termina en Wilde. "Hace como un año pasó lo mismo en Villa Margarita", sintetizó el hombre. Pero los ladrones no sólo roban sobre Eva Perón. "A mi me entraron el día de la inauguración, hace un mes", contó Graciela, dueña de un local de venta de ropa deportiva en Tarragona al 100. "Lo más raro de todo fue que al otro día, a dos cuadras, aparecieron dos bolsas en la calle con parte de la ropa robada. Parece que fue una cuestión de talle. Como no les quedaba, la dejaron", explicó.
El comisario Conti fue y puso la cara. "Desde la comisaría a mi mando voy a hacer lo imposible para trasladarle a esta gente la tranquilidad que necesitan para trabajar", precisó el oficial. Pero la realidad no lo ayuda. Para custodiar el sueño de los vecinos, aproximadamente unas 120 mil personas, Conti cuenta con guardias de tres hombres que no tienen vehículos para patrullar.
Fuentes policiales consultadas admitieron que desde fin del año pasado, la seccional de Donado al 947B soportó una reducción del 40 por ciento de la planta. "Sacan personal calificado para afectarlos a otras zonas. ¿Con qué piensan que se hace la saturación policial?", preguntó el vocero. Mientras Conti daba explicaciones, recibió el llamado del sub jefe de la Unidad Regional II, comisario Ricardo Ruíz, para interiorizarse sobre lo que sucedía.
Y mientras se camina por la zona, la gente aporta su pensamiento. "Yo me pregunto por qué para un partido de fútbol afectan a mil efectivos y para cuidar Fisherton hay sólo tres o cuatro", inquirió Cholo, un veterano vecino del barrio. A Gustavo no se lo contaron. Lo sintió en carne propia. Hace tres semanas robaron la pinturería que está por Eva Perón, a metros de Tarragona, y le gatillaron dos veces un arma que no funcionó. "¿Me preguntás como se sigue después de eso? Yo no tengo opción", explicó este padre de una nena de tres años. "Tengo patrón y si no trabajo pierdo el día. Si yo no cumplo con mi trabajo me echan. En cambio a los políticos, si no cumplen con sus mandatos, no les cabe un castigo. Claro, si tuvieran cojones deberían renunciar, pero eso no pasa", comentó. "Pero hay que tener cuidado con otra cosa: no somos solidarios. A mi me robaron y nadie se acercó a ayudarme", contó Gustavo.
Los vecinos se turnaban ayer para dar sus testimonios a los medios. "Vamos a juntar firmas y el petitorio se lo vamos a presentar al intendente Miguel Lifschitz, al gobernador y a la jefa de policía. Y si no tenemos respuestas, vamos a cortar calle Eva Perón. Así no se puede seguir", advirtió una vecina. Mientras uno de sus pares decía: "Lo que te mata es la sensación impunidad con la que se mueven los choros. Los que robaron la peluquería se fueron caminando, como si salieran al patio de su casa".
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Fotos
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El jefe de la comisaría 17 escuchó las protestas de los vecinos.
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