"Señales", un álbum listo para ser escuchado pero aún sin fecha de edición

Cómo es el nuevo disco de Callejeros

El CD gira en torno a la tragedia del 30 de diciembre aunque sin nombrar en ninguna letra a Cromañón El CD gira en torno a la tragedia del 30 de diciembre aunque sin nombrar en ninguna letra a Cromañón

José L. Cavazza/ La Capital

Una balada rock de tristes caños -saxo, trompeta y trombón- y una guitarra que gime, envuelven de aire trágico el inicio de "Señales", el nuevo álbum de Callejeros, la banda argentina que desde aquel trágico 30-D vio cómo se desaparecieron uno a uno los días felices de otras épocas, de una era anterior a Cromañón. Quizá por esto en la canción que da título al disco Pato Fontanet canta eso de "soy un muerto encerrado/ en un cuerpo vivo,/ soy un vivo que/ hace tiempo se murió". Más calmo, en "Sueño", narra que "el mundo gira y en un sueño se detiene el tiempo y la razón".

Sobre estos tópicos gira el nuevo álbum de este grupo de rock que en el último año, desde la tragedia de Cromañón, sólo conoce el lado oscuro de la popularidad. Una docena de apesadumbradas canciones y un puñado de dibujos sombríos hasta lo bizarro redondean un disco que cierra con aquello de "ni el tiro del final, te va a salir", del tango de Cátulo Castillo y Aníbal "Pichuco" Troilo, "Desencuentro", interpretado por Juan Carbone a puro vozarrón de bronca rasposa.

"Señales", es un álbum totalmente terminado -desde el CD propiamente dicho hasta el arte gráfico- que llegó a algunos medios de prensa pero que todavía no tiene fecha de edición, aunque se supone que pronto estará en las bateas.

Dedicado a "los invisibles, por siempre", "Señales" es un disco bastante triste pero al mismo tiempo potente, donde se destacan los vientos y el lado tan melódico como atribulado de la guitarra eléctrica de Maxi Djerfy . Por ejemplo, en "Límites", un tangazo de puro fuelle se convierte en un rock de guitarra ricotera.

También Fontanet, que perdió a su novia a causa del incendio de Cromañón, dedicó la balada "Frente al río" a su amada Mariana Sillota. "Las estrellas se apagaron el el sur/ subiste y sólo brilla tu luz. / Tan hermosa, como Janis y su blues/ hoy no te tengo, y sólo,/ cargo con mi cruz" . También en "Hoy" es elocuente el recuerdo, bajo un telón de saxo tenor denso como una neblina de mayo: "Hoy en mi pecho/ siento el recuerdo de tu calor,/ hoy me veo en medio/ de tanta hipocresía,/ hoy la suerte no/ te pide perdón".

Desde los primeros días de enero, los guitarristas Maxi Djerfy y Elio Delgado, el bajista Christian Torrejón, el saxofonista Juancho Carbone y el cantante Patricio Fontanet -sobre la que penden cargos en la causa Cromañón- grabaron las nuevas canciones en los estudios Del Abasto al Pasto, en el norte del Gran Buenos Aires. De la docena de canciones nueve de ellas fueron escritas después de la tragedia. Se nota el corte abrupto del tiempo del 30-D. Las canciones pre-Cromañón están cerca de un rock politizado, como en el caso de "9 de Julio", más acorde a lo que sería una continuidad natural de los viejos hits del grupo. Los temas post-Cromañón cuentan, y muchas veces sin contarlo directamente, la apesadumbrada realidad de los miembros (y, tal vez, los fans) de la banda.

Sí, es cierto también que es muy complicado no escuchar el disco y ver cada canción con los ojos de la tragedia. De todos modos, "Señales" asoma como el infierno íntimo de una banda que cayó en desgracia por descuidos propios y culpas ajenas, en una docena de canciones de rock en un tiempo en que "son enormes los escalones", como bien dice uno de los nuevos y desconsolados temas.

Fontanet le dedicó una canción a su novia muerta tras el incendio en Cromañón.