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miércoles,
10 de
mayo de
2006 |
Alarcón se va del bloque
oficialista en Diputados
Por sus críticas a la política agropecuaria, Rossi la echó de la presidencia de la comisión de Agricultura
Rodolfo Montes / La Capital
Como en las clásicas peleas entre gauchos, en la pampa argentina del siglo XIX, cuando se "pelaba" el arma, se iba hasta el final. Y uno de los dos terminaba la faena contemplando al contrincante caído en desgracia, al tiempo que limpiaba el facón en el pasto. Algo de eso sucedió con María del Carmen Alarcón, diputada nacional del oficialismo por Santa Fe. El lunes por la tarde fue echada de la presidencia de la estratégica comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara Baja. Y en pocos días se irá del bloque del Frente para la Victoria.
Desde años atrás, Alarcón viene frecuentando unos amigos y un discurso político poco amigable con el modelo K para el campo. Pero la disputa con el sector ganadero llevó las cosas a un punto sin retorno. Desde la Rosada decidieron ajusticiarla y Agustín Rossi -su jefe en Diputados-, se encargó de la tarea. La sorpresa fue que la santafesina, acorralada, dio batalla hasta el final. Al cabo, en una pelea con aroma a bosta de vaca, la suerte está echada, aunque todavía restan algunos capítulos.
"El bloque no tiene ningún problema personal con Alarcón, simplemente le pedimos que deje la presidencia de la comisión porque no corresponde que tengamos en ese cargo a una diputada que no comparte la política, justamente, agropecuaria y ganadera del gobierno", explicó Agustín Rossi a La Capital en su oficina de la presidencia del FPV.
Pero cruzando la calle, y subiendo hasta el piso once del edificio anexo, María del Carmen Alarcón le dijo a este diario: "Soy diputada por Santa Fe, y me ocupo de los sectores productivos del campo, no veo porqué tenga que renunciar a mis convicciones. Si quieren que me vaya, tendrán que echarme", se plantó la diputada de pelo negro azabache. Y agregó, "aquí hay una cuestión política y de fondo, pero también un tema de formas: el modo en que Agustín Rossi me dijo que tengo que renunciar fue de una grosería inaceptable, supongo que se lo indicaron desde la Casa Rosada", disparó.
Tras llegar a Diputados, Alarcón tejió con paciencia, durante años, un armado de relaciones en el mundo del campo.
Llegó a presidir la comisión, e incluso ser refrendada por el propio Néstor Kirchner en el último verano, cuando se concretó el armado en Diputados. Sin embargo, pronto llegarían los problemas.
Con el permanente impulso a su asociación "Pampa Sur", de un manifiesto perfil distinto a la política oficial. O con los cada vez más directos ataques al secretario de Agricultura, Miguel Campos, complicado judicialmente por el reparto de la cuota Hilton, fue incomodando a la Casa Rosada.
Sin embargo, las dos gotas que rebasaron el vaso fueron su participación, la semana pasada, en el programa de televisión "A dos voces", junto a Luciano Miguens, titular de la Sociedad Rural Argentina, y su presencia en una reunión con todo el espectro de organizaciones del campo de la provincia de Santa Fe, propiciada por Hermes Binner y por otros diputados socialistas, como el rosarino Eduardo Di Pollina.
"En el programa de TN Alarcón parecía la opositora y Miguens el representante del gobierno", dijo Rossi. "Muy bien le vendría a la Cámara de Diputados un hombre como Luciano Miguens", contestó, irónica, la diputada desplazada del proyecto K.
Todo indica que Alarcón va rumbo a constituir un monobloque y a estar más cerca que nunca de sus amigos productores del campo. A propósito, el malestar con la limitación a las exportaciones continúa: "Los conflictos se irán agravando, en la próxima semana va a quedar de manifiesto", avisó Alarcón, que perdió y sin atenuantes en esta batalla política. Pero que ni piensa darse por vencida en la guerra.
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Alarcón se fue en medio de críticas a la política agropecuaria.
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