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martes,
09 de
mayo de
2006 |
Con una botella astillada, asaltaron a un taxista
y se llevaron 90 pesos
Ocurrió el sábado a la madrugada en Cabín 9.
La víctima había sufrido un hecho similar dos días antes
Tres jóvenes pasajeros de un taxi asaltaron el sábado a la madrugada al chofer que los había trasladado al extremo oeste de la ciudad. Los maleantes lastimaron a su víctima con una botella rota y le exigieron la recaudación. Si bien el taxista, que también había sido asaltado dos días antes en circunstancias similares, se resistió, los ladrones pudieron huir con alrededor de 90 pesos. El conductor fue asistido por sus heridas en el Hospital Carrasco, donde le aplicaron siete puntos de sutura y le dieron el alta.
En los 20 años que desempeñó al volante de un taxi Ricardo Miranda había sufrido dos o tres robos y "zafado en otros tantos". Pero ser asaltado el sábado a la madrugada, a tan sólo dos días de haber sufrido un hecho similar no estaba en los cálculos del chofer de 51 años. Sin embargo, los tres pasajeros a quienes llevó hasta el límite de Cabín 9 le aplicaron un puntazo en el cuello con una botella rota y huyeron con unos 90 pesos correspondientes a la recaudación.
Miranda recordó que el miércoles había sido asaltado en San Martín y Garibaldi por una pareja que, armada con cuchillos, le sustrajo la recaudación y el reloj del Fiat Siena con el que trabaja. Y dos días después vivió una experiencia casi calcada. "Eran como las 2.30 -comenzó a relatar el taxista- cuando me tomaron tres chicos en Godoy y Rouillón. Eran humildes, pero no se puede andar desconfiando de todos, yo hice diez mil viajes de esos".
Los jóvenes solicitaron a Miranda que los llevara hasta Rivarola y Las Palmeras y el chofer accedió, aunque tomó una precaución. "Preferí ir por las avenidas para tener la posibilidad de toparme con un retén de la policía, por las dudas. Entonces les dije que no iba a tomar por Rueda y enfilé por Godoy hasta Provincias Unidas y después Rivarola", señaló.
Sin embargo, el conductor completó el trayecto sin operativos policiales a la vista y al llegar a destino no alcanzó a detener el auto que los pasajeros ya habían desenmascarado sus intenciones. "Faltaban 20 metros para la esquina y yo estaba bajando la velocidad. Pero ni me dejaron frenar, directamente me clavaron el pico roto de una botella", contó Miranda.
"Como me dolió tanto lo que me hicieron -añadió la víctima- alcancé a pegar un manotazo y me zafé. Entonces pude abrir la puerta del auto y me tiré. Me fui corriendo para Cabín 9 y les grité que los iba a poner, a ver si creían que estaba armado y se iban. Al final se fueron corriendo, pero se llevaron plata".
El taxista calculó que los maleantes se llevaron alrededor de 90 pesos que arrebataron de la billetera. Luego llamó a la policía y al Sies. "Como sangraba mucho me puse un trapo rejilla en el cuello. Vino el Comando, pero la ambulancia se demoraba, así que como yo ya estaba mejor me fui manejando hasta el Carrasco". Miranda relató que tuvieron que darle siete puntos en el cuello y que también tenía lastimada la mano con la que forcejeó cuando le clavaron la botella.
"Para colmo no tenían antitetánica, así que tuve que gastar 70 pesos más", añadió la víctima, que también se lamentaba porque entre el dinero sustraído había "una parte que estaba recuperando para devolverle al dueño del coche por el robo anterior".
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Fotos
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La herida de Ricardo Miranda, quien se arrojó de su auto tras el atraco.
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