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martes,
09 de
mayo de
2006 |
Un anuncio que hasta disparó las
voces a favor de la reelección
El anuncio del tren de alta velocidad envalentonó ayer al gobernador Jorge Obeid, quien hasta se animó a lanzar una arenga sobre la reelección presidencial. "Cuando se inauguren estas obras yo ya no voy a ser más el gobernador de mi provincia, pero espero que usted siga siendo el presidente", le dijo a Néstor Kirchner, quien lo miraba con sonrisa socarrona desde el centro del estrado.
El intendente Miguel Lifschitz, en tanto, estuvo sentado en primera fila junto a su par de Córdoba, Luis Juez. El socialista se mostró muy confiado en la viabilidad del proyecto. "La gran novedad es que lo convirtieron en alta velocidad y que aceleraron los tiempos. Para Rosario es una enorme noticia", le dijo a La Capital. Del total del presupuesto de la obra -entre 500 y 800 millones de dólares- el Estado nacional pondrá el 50 % y el resto prevé financiarlo. El volumen de boletos que se estima para el trayecto Rosario-Córdoba es algo menor a los 1.000 pasajes diarios. Para lo cual el proyecto habla de un mínimo de tres formaciones diarias, en ambos sentidos. El plan en este caso no define cuál alternativa se adoptará, o el de "alta prestación" (máquina diesel hasta 160 km/h) o "alta velocidad", similar al primer tramo hasta Rosario.
Eufórico, el ministro de Planificación, Julio de Vido, destacó: "En los 90 confundimos inversión con vender el país, qué equivocados que estuvimos. Ahora las circunstancias económicas nos dan otra oportunidad. La Argentina es una sola. Vamos para adelante, a la velocidad de este nuevo tren".
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