¡Cuidado, animales sueltos!

Y no me refiero a perros, gatos o caballos, sino a los delincuentes que día a día demuestran cuánto desprecio tienen por la vida. Ayer fue víctima una madre, un trabajador y padre de familia, un hijo de cualquiera de nosotros... Hoy la víctima es un policía, hoy otra de las tantas familias argentinas recibe una herida más. Los delincuentes son los dueños y señores de nuestras vidas, de nuestras costumbres, de nuestras rutinas. Salir a la calle ahora es un hecho de supervivencia, no sabemos si vamos a volver a casa. A los señores políticos y responsables de velar por la seguridad de sus ciudadanos les pregunto: ¿estos genocidas sueltos tienen derecho a vivir, tienen derecho a seguir sueltos, tiene derecho a robarnos nuestros derechos? Guste a quien le guste, y pese a quien le pese, estoy a favor de la pena de muerte para estos asesinos, pues son irrecuperables. Si no hacemos algo ahora, mañana puede que sea demasiado tarde.

Hugo Daniel Cabrera

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