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sábado,
06 de
mayo de
2006 |
Para Astrada el Clausura no se quedó sin metas
Gustavo Conti / Ovación
Ya pasó el cimbronazo de la eliminación copera. La de Newell's restó también presión, pero sobre todo la incipiente recuperación mostrada en las últimas tres fechas que, entre otras cosas, lo alejó definitivamente de la Promoción. Por eso a Leonardo Astrada se lo ve más tranquilo, pero eso no quiere decir que Central no tenga metas para las dos fechas que restan del Clausura.
¿Relajarse entonces? "Jamás. Primero porque tenemos una obligación con el hincha que nos apoyó siempre en los momentos más difíciles. Y después, porque debemos sacar los seis puntos que quedan para terminar mejor en la tabla e inflar el promedio, que para el año que viene va a ser importante. Además, cuando lográs resultados, las cosas vienen más tranquilas y se pueden mejorar más fáciles los errores que aún tenemos".
Y como para engrosar su pensamiento, cuando se le mencionó que Central debe sacarse el lastre de no poder ganar de visitante, Astrada dijo que "se sacaron algunos resultados importantes en esa condición y lo más valorable es que el equipo trató de jugar siempre de la misma manera, ya sea de local o fuera de casa. Si variaríamos el sistema indicaría que tal vez equivocaríamos el camino o que no estaríamos en condiciones de jugarle de igual a igual a cualquier rival. Por eso los tres puntos llegarán en algún momento y no hay que desesperarse".
Esa calma que exhibe Astrada la transmite en cada una de las respuestas. Por ejemplo, cuando se le pregunta si la eliminación de Newell's en la Copa generó alivio en el plantel, el técnico auriazul asegura que no. "Personalmente, no me cambió el nivel de presión que Newell's no esté más en la Copa. Sé lo que significa para los hinchas y es lógico que estén contentos, pero yo me debo nada más que a Central y eso no me hace ser mejor en el torneo, que es lo que me importa".
Eso sí, Astrada reconoció que Central no disponía del plantel indispensable para pelear en los dos frentes con buenas posibilidades. "La realidad es esa, que no teníamos un plantel tan largo y además el promedio de edad es muy bajo para un torneo como la Copa. Pero hay que recordar que Central fue el único equipo de los argentinos que disputaron este certamen que, en el mes en que asumimos, le tocó jugar cada tres días. Los demás tuvieron en algún momento una semana de descanso", recordó.
"Nosotros sabíamos esos inconvenientes. Por eso rescato la dignidad de este grupo, que siempre se entregó al máximo, que pudo clasificar y que, sin dudas, viene creciendo". Le faltó decir, de su mano.
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