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jueves,
04 de
mayo de
2006 |
Un domingo accidentado
En "Madama Butterfly" corrió sangre. En la escena final de la función del domingo, la más dramática del último acto, el personaje se suicida con la técnica del hara kiri. Pero la soprano Patricia Gutiérrez no calculó bien la distancia ni la trayectoria de la afilada daga y terminó con un corte de un centímetro. "Yo había hecho los ensayos con la daga -confesó la artista a La Capital-. Pero en la segunda función giré las muñecas más hacia el pecho ya que el el regiseur me había pedido que el puñal se hundiera en el corazón y cuando lo bajé no tuve noción de la distancia", explicó. "En el momento sentí sólo un pinchazo; recién noté que era un corte de un centímetro y que sangraba cuando estaba haciendo la fila para salir a saludar". Guido Martínez Carbonell, presidente de la Asociación Cultural El Círculo, consideró que este episodio sin consecuencias graves quedará como parte del anecdotario del teatro, aunque se tuvo que recurrir a un servicio médico de emergencia.
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