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 domingo, 30 de abril de 2006  
Panorama en el Congreso
Avanzada rosarina en el Senado y la Rosada
El homenaje a Fontanarrosa colmó de satisfacción a todos. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, no fue interpelado

Rodolfo Montes / La Capital

Sin interpelación al jefe de Gabinete y sin sesión en Diputados, fue el Senado el que se ganó la atención semanal en el Congreso. El homenaje a Roberto Fontanarrosa se convirtió, por mucho, en el mejor acto realizado en la Cámara alta en mucho tiempo. Por concurrencia, contenido, emotividad y la infinita lucidez del homenajeado y sus colegas humoristas. Rubén Giustiniani, autor de la idea y hacedor del homenaje, metió un golazo al ángulo de media cancha. El tributo al genial Negro fue justo y oportuno, y se reflejó en la convocatoria, por calidad, cantidad y diversidad.

Con motivo del viaje a Brasil junto al presidente, Alberto Fernández le sacó el cuerpo, por una semana, a la interpelación en el Congreso. La decisión de posponerla fue tardía y provocó disgusto. Mostró el escaso apego a los buenos modos del Ejecutivo para cumplir con una obligación Constitucional. La actitud de la oposición también pareció improductiva, como el caso del ARI, que anunció el impulso de una denuncia penal contra el jefe de Gabinete. Cuando en política se judicializa todo, queda en evidencia, la debilidad política.

El homenaje no fue el único golpe rosarino en Buenos Aires. El futuro de la ciudad recibió, el mismo miércoles 26, una noticia clave desde la Casa Rosada. Se puso en marcha el anillo ferrovial que provocará un cambio estructural histórico en la ciudad.

El anuncio se concretó con un acto en la Casa Rosada y compartieron estrado y discurso Miguel Lifschitz, Jorge Obeid y el propio Néstor Kirchner. El presidente se encargó, de manera sutil pero sonora, de tratar en un plano de igualdad a la tropa propia (Obeid, Agustín Rossi), a los "queridos amigos" del gobierno municipal, y al diputado Hermes Binner, sentado en primera fila (ver Panorama Político).

Luego, sorprendió el anuncio presidencial del proyecto de un tren eléctrico Rosario-Retiro. "Estamos más contentos que perro con dos colas", dijo Binner cuando se retiraba. No era para menos. Por lo demás, en ese acto, y con tanto anuncio para la provincia, se hizo notoria la ausencia del senador Carlos Reutemann.

El ex corredor iba a participar, pero luego permaneció en la sesión del Senado, que transcurría en paralelo a los anuncios para Rosario en la Rosada. En las horas previas, Lole mantuvo una conversación con el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, a quien le sugirió que "era importante que se quedara votando la ley de cargos", que terminó aprobando el Senado.

Sin embargo, Roxana Latorre sí estuvo presente en Balcarce 50. Y luego caminó rápido las 15 cuadras que separan al Congreso de la Plaza de Mayo. Las suspicacias e interpretaciones políticas de los pequeños y grandes gestos son tan inevitables como volátiles. Será siempre una tentación estimar cuánto calor o cuánto frío corre en los circuitos Kirchner-Rossi-Binner-Reutemann.
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