Tiro perdió como siempre pero esta vez tuvo orden

Javier Parenti / La Capital

Buenos Aires (enviado especial)._ Casi no había dudas de que Tiro iba a perder. Había que esperar cómo, en la actitud y el juego, y por cuánto, en relación a si sería por goleada o ahí nomás. Entonces, lo bueno se potenciaría para hablar de la trilogía de partidos del final de su excursión en la A, con una conducción técnica de apuro, por la tan demorada de Oscar Del Solar. Y fue un 0-2 lógico ante Racing, con poco para rescatar, pero al menos con el equipo un poco más ordenado y con algunas caras nuevas en el inicio de una apuesta a futuro.

Como se esperaba, la pelota fue de Racing desde el arranque. Por obligación y presión, sin ideas. El aguante, de Tiro, sabiendo que su premisa era no desordenarse para aprovechar algún espacio. Y así como la Academia no logró profundidad, los Tigres tampoco progresaron más allá de tres cuartos de cancha, donde De Bruno y Gelatini se frenaban sin saber cómo avanzar.

Recién a los 19' se vivió algo distinto. A la salida de un córner, por un gran pase de Arano a Crosa que terminó en gol, pero que fue anulado por off side del ex Newell's. ¿Qué más? Casi nada, por algo llegaban en los últimos lugares del Clausura. Racing cada vez que metió una pelota al área se encontró con la seguridad del pibe Barucco, mientras que Campagnuolo ni se ensució los guantes.

Quebrar el cero era la determinación del Racing de Simeone. El Cholo mandó a la cancha a Villanueva y cuando el chileno encaró al área a los dos minutos, la pelota se quedó en la mano de Alvarez. Claro penal que Collado no dudó en sancionar y que Arano transformó en el 1 a 0 para tranquilidad local y castigo, excesivo quizás, de Tiro.

Allí el partido tuvo gol pero no color. Siguió en blanco y negro como en la etapa inicial. Es que Racing buscó otra vez sin inteligencia llegar al segundo y Tiro sin argumentos para llegar cerca del área local al menos.

Entonces quedaba ver cómo el reloj corría hasta el minuto final para que los Tigres aguantaran la diferencia escasa, para estar ahí nomás de alguna pelota que lo arrimara a un empate milagroso. Para ver en acción además a nuevos pibes, como Sáez y Croce, claro que sin pretender que sean los salvadores.

La derrota parecía igual inevitable. También dio la impresión que Racing no podía golpear más aunque lo intentara. Sin embargo, volvió a asomar Villanueva en el área y liquidó el partido con el 2 a 0 en los últimos minutos.

La derrota dolió, como pasa siempre que uno se va con las manos vacías. Sin embargo, no fue tanto como las tres anteriores. Anoche se vio un poco más de orden, debutaron algunos pibes y perder en cancha de Racing, aunque esté también devaluado, suena lógico por la posición en que está Tiro.

Quedan dos partidos en primera y hay que jugarlos con todo. No tanto para dejar una buena imagen, que ya casi es imposible, sino para empezar a edificar el nuevo equipo, aunque sea con poco, para volver a crecer.