|
domingo,
30 de
abril de
2006 |
La vieja
Mercury
Esta carta está dirigida principalmente a la policía de Soldini, a la que si tuviera que darle una calificación creo que me quedaría corta. Hace unos días nos robaron una vieja y querida Ford Mercury, modelo 1940, que hace 66 años pertenece a mi familia. Era de mi viejo, era parte de él. Un "señor", que seguramente no anda solo en esto, decidió un día apoderarse de ella y causó dolor y desesperación en nuestra familia, algo que no se puede perdonar ya que nadie tiene derecho a provocar daño desde ningún punto de vista. Claro, esa persona se dedica a esto, vive de esto y tal vez alimenta a sus hijos con esto; en fin, uno más en la sociedad en la que tenemos que vivir, desgraciadamente llena de estos "señores". Pero al denunciar el hurto a la comisaría de Soldini me sentí en todo momento no sólo protegida, sino contenida, ya que la angustia que me apoderó al recibir la noticia se alivió con la respuesta y con el accionar que realizó la policía, que finalmente logró encontrar la Ford Mercury. Llegué a conocer a casi todos los efectivos de dicha comisaría, porque son pocos, pero agradezco infinitamente y en especial a la subcomisario Cristina Machado, una gran mujer que lleva bien puesto los pantalones; al sumariante Daniel Reynoso; al subcomisario Adolfo Luna; y al cabo Andrés.
Silvana González
enviar nota por e-mail
|
|
|