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sábado,
29 de
abril de
2006 |
A las corridas por la plaza San Martín
El 17 de enero de 2002, al término de una marcha por las calles de Rosario en pleno furor de los cacerolazos, el represor Walter Pagano, también apuntado por el secuestro y asesinato del abogado Felipe Rodríguez Araya y por actuar en los centros clandestinos de detención La Calamita y Quinta de Funes, se hizo ver en la plaza San Martín, frente a la sede de la Gobernación. Es más: en un claro gesto de provocación, saludó agitando su mano derecha a integrantes de organismos defensores de los derechos humanos. Según denunciaron los manifestantes, Pagano estaba acompañado por "dos policías de civil" y tomando fotografías a los participantes de la movilización. Sin embargo, tuvo que huir rápidamente del lugar en medio de insultos y algún que otro golpe de puño. Por su parte, Eduardo Tucu Constanzo está detenido y procesado por delitos de lesa humanidad. Meses atrás, la fiscal federal Griselda Tessio solicitó preservar La Calamita (Granadero Baigorria) y las excavaciones con epicentro en el predio. Ocurrió luego del reconocimiento que realizó Constanzo, quien confesó la existencia de al menos dos cuerpos enterrados: el del soldado José Prat y el de "Remo, un militante montonero de San Juan".
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