Piden que se aclare el asesinato de joven en barrio Alvear

Lo mataron en la puerta de su casa cuando llegaba en su moto de trabajar. Fue en Crespo al 4000. A un año del hecho no hay detenidos

El rostro de Cristian Tonzo, asesinado de un disparo a la cabeza en la puerta de su casa de barrio Alvear, se reprodujo por decenas en las remeras de los amigos y familiares que ayer participaron de un acto frente a los Tribunales provinciales, al cumplirse un año del crimen. Los manifestantes reclamaron el esclarecimiento del caso, en el que hubo dos detenidos que recuperaron la libertad por falta de pruebas. Los padres del muchacho e integrantes de la agrupación Padres del Dolor se reunieron luego con la jueza que está a cargo de la causa para solicitarle que la investigación no se detenga.

"Lo único que pedimos es que se aceleren los trámites, que el caso no quede parado", dijo Mirta, de 50 años, madre del muchacho asesinado a los 25, cuando volvía de trabajar a su casa de Crespo al 4000. Junto a ella se encontraban otros familiares, amigos y vecinos del joven, todos ellos vestidos con remeras blancas con la foto del Colo y la leyenda "Justicia para Cristian". Los manifestantes llegaron a las 11 de la mañana al edificio de Balcarce al 1700. Luego de un breve corte de calle, los padres de Cristian se reunieron con la jueza a cargo de la causa, Raquel Cosgaya, del juzgado de Instrucción Nº 6, quien les transmitió las últimas medidas adoptadas en el caso.

Hoy se cumple un año del crimen de Cristian y sus familiares lo recordarán con una marcha que partirá a las 16 de la aceitera Santa Clara (Francia y Uriburu), donde trabajaba Cristian, hasta su casa de Crespo al 4000. Luego de un recorrido por el barrio, a las 17.30 se celebrará una misa en su memoria en la iglesia Santa Isabel de Hungría, de Cafferata 4070.

Cristian fue asesinado de tres balazos el viernes 29 de abril de 2005. Cerca de las 6 de la mañana, el joven llegó de trabajar en el turno noche y se bajó de su moto Honda 250 para abrir la puerta del garaje. Alcanzó a girar la llave cuando un grupo de personas se acercó y lo ultimó de tres disparos. Al escuchar los tiros, sus padres salieron a la calle y se encontraron con el joven tendido en la vereda. La moto aún estaba encendida y los atacantes no se habían llevado nada. Ni siquiera le sacaron la billetera.

Sin que se delimitara un móvil claro del homicidio, primero fue detenido Gabriel Obdulio Esquivel, un vecino de 26 años al que le dicen Patiflí. Un vecino lo había visto cuando se alejaba en bicicleta de la escena del crimen. El joven recuperó la libertad por falta de mérito dos meses más tarde, en julio de 2005.

En el mes de marzo pasado, un vigilador privado de 26 años se convirtió en el segundo detenido luego de que la jueza recibiera un escrito anónimo que lo involucraba en el caso. El joven recuperó la libertad por falta de mérito. No obstante, tanto a él como a Esquivel -que pese a estar en libertad siguen ligados a la causa- les ampliaron la declaración indagatoria a fines de mes pasado. Estas medidas son las que enumeró ante los papás del muchacho la jueza Cosgaya. Los padres de Cristian, quienes tienen acción civil en la causa, pidieron además que se disponga un careo entre Esquivel y otros dos hombres a los que éste mencionó como posibles autores del homicidio.

"Lo que pasó fue totalmente inesperado. La policía dijo que pudo ser un ajuste de cuentas o un drama pasional, pero hasta ahora no está claro porqué mataron a mi hermano. El no era adicto a nada, no estaba metido en nada raro, era familiero y participaba de un grupo de motoqueros", señaló su hermano mayor, Gustavo, de 27 años.