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sábado,
29 de
abril de
2006 |
Desde hace 8 días unos 200 mil jujeños están sin agua
Protestas en numerosos barrios de la capital provincial afectados por el corte. Investigan a los responsables
Unos 200 mil pobladores de numerosos barrios de San Salvador de Jujuy permanecían ayer sin agua potable por octavo día consecutivo, lo que generaba las quejas contra los gobernantes y legisladores. "Sólo les importa que votemos cada dos años", señaló indignado un vecino del barrio Cuyaya mientras recogía el vital elemento de un camión cisterna de la empresa Aguas de los Andes, prestataria del servicio.
En la última sesión ordinaria de la Legislatura, los diputados locales resolvieron la creación de una comisión investigadora para establecer la responsabilidad en el tema o si se trata de un "caso fortuito".
Además, dispusieron eximir del pago fijo del servicio a los usuarios damnificados. Por la rotura del caño maestro del acueducto, se vieron perjudicados habitantes de Alto Comedero, Mariano Moreno, Coronel Arias, Santa Rosa, 18 de Noviembre, Epam III, Ciudad de Nieva, Cuyaya y Constitución, entre otro barrios de la capital jujeña, además de Los Alisos, en el departamento San Antonio.
Por su parte, el Superior Tribunal de Justicia autorizó a los empleados que no tengan agua a faltar ayer a sus trabajos. En tanto, el intendente de San Salvador de Jujuy, el justicialista José Luis Martiarena, suspendió todas las actividades bailables y espectáculos programados hasta nuevo aviso, en solidaridad con los vecinos que sufren la falta de agua en toda la ciudad.
Además, Martiarena formuló "un llamado a toda la población para que hagan prevalecer los valores del alma y ser solidarios con la gente que está sufriendo en este momento. No podemos estar pensando en diversión cuando una gran franja de nuestra población está sufriendo la falta de agua".
El inconveniente comenzó el 20 de abril, cuando una máquina retroexcavadora rompió accidentalmente un caño maestro que distribuye el líquido.
En tanto, obreros viales continuaban ayer con las tareas de reparación del caño maestro, al que se practicó una suerte de by pass para poder distribuir el agua, mientras el gobierno ordenó la construcción de un nuevo acueducto para la ciudad.
Por otra parte, camiones del Ejército, de la empresa Aguas de los Andes y de reparticiones del gobierno provincial repartían en las casas botellones de agua potable, y se realizaba un relevamiento sobre la situación. (Télam y DyN)
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