Dos monjas bajo sospecha por simular un secuestro extorsivo

Son guatemaltecas y aparecieron en un restaurante de la Capital Federal luego de abandonar un hogar de La Plata. Una de ellas habría pedido rescate por teléfono

Dos monjas de nacionalidad guatemalteca que se encontraban desaparecidas desde el miércoles, cuando salieron de un hogar religioso en la ciudad de La Plata, fueron encontradas ayer en un restaurante de barrio Norte, en la Capital Federal. Según se presume ambas podrían haber simulado un secuestro con el propósito de ir a vivir a otro país, informaron fuentes policiales.

"Lo más importante es que aparecieron vivas", comentó Herbert Bech, cónsul de Guatemala en Buenos Aires, pero "por el momento lo único que sabemos es que fueron localizadas". El funcionario confirmó que las dos mujeres estuvieron el jueves en las oficinas consulares requiriendo información sobre si sus pasaportes estaban en condiciones.

El abogado Fernando Burlando, que representa al Hogar Marín de La Plata, informó sobre la reaparición de las religiosas y dijo que según lo que declaren se determinará si serán llevadas o no a la justicia.

Las monjas, Odilia Palma, de 20 años, y Jovita Pérez, de 27, que en enero pasado llegaron al país procedentes de Guatemala, desaparecieron el miércoles pasado luego de anunciar que se iban al médico. Poco después, se recibió un llamado en el hogar religioso en el que se anunciaba que habían sido secuestradas y pedían un rescate de 70 mil dólares.

El abogado Burlando dijo que las jóvenes "avisaron que estaban por la zona" de Barrio Norte, y fueron encontradas en un restaurante ubicado en la avenida Pueyrredón al 1.200.


"Muy amigas"
"Eran muy amigas", respondió el abogado al ser consultado sobre la relación que había entre las dos monjas. Indicó además que las dos serán trasladadas a la Fiscalía de Turno o a la DDI policial correspondiente para que declaren sobre qué les ocurrió, y en base a ello se determinarán los pasos a seguir.

El abogado también confirmó que se recibió, a horas de la desaparición de las chicas, un llamado "de determinadas características", que no precisó, vinculado con la desaparición de las monjas. Según el abogado, los responsables del Hogar, serán los que decidirán si harán una denuncia en su contra o no, aunque afirmó que si ellas quieren dejar la congregación religiosa les será permitido.

La policía bonaerense realizaba numerosas diligencias para dar con el paradero de las dos monjas desde el miércoles cuando se informó que salieron supuestamente a consultar a un médico y nunca regresaron.

Trascendió que una de ellas, en la noche del miércoles pasado habría llamado por teléfono a su superiora para advertirle que junto a su compañera habían sido secuestradas y que sus captores pedían 70 mil dólares para su liberación.

Una segunda hipótesis indica que dos monjas -de similares características físicas a las buscadas- fueron en la noche del mismo miércoles al consulado de Guatemala en la provincia de Buenos Aires para averiguar los trámites que debían hacer para obtener el visado de sus pasaportes, ya que pretendían viajar a los Estados Unidos.

Las desapariciones fueron denunciadas en la comisaría 9ª, próxima al Hogar Marín, que dio intervención a la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata.

El caso quedó a disposición del fiscal platense Ana Medina y el juez de Garantías Cesar Melazo, quienes dispusieron la intervención de varias líneas telefónicas y el entrecruzamiento de llamadas.

El tradicional Hogar Marín, ubicado en 60 entre 14 y 15, es dirigido desde enero pasado por la Congregación Hermanas de Marta y María, orden que reemplazó a las Hermanitas de los Pobres, que se retiró de la entidad tras casi cien años de labor.

Según lo señalado, la nueva orden religiosa fue fundada en Guatemala, de donde son oriundas muchas de las religiosas que se encuentran en la ciudad de La Plata.(DPA y DyN)