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sábado,
29 de
abril de
2006 |
Artesanos / Herrería
Forjar un estilo
Paulina Schmidt / Fotos: Sergio Toriggino
Buscamos que cada objeto sea personalizado a partir de diseños propios o proyectos particulares, siempre dispuestos a alcanzar el placer que producen las cosas bien hechas". Para Javier Chernomordik, forjar el hierro es un desafío. Significa idear una réplica de aquella vieja columna o marquesina, o asumir una impronta creativa cuando se trata de fabricar piezas novedosas y modernas.
Balcones y rejas antiguas; diseños exclusivos y personalizados de glorietas, pérgolas y mobiliarios. Cada pieza se realiza en forma artesanal y logra una perfecta armonía en la resolución de elementos arquitectónicos y decorativos. "El diseño, color o tamaño harán que ningún objeto sea igual a otro. Muchos negocios y comerciantes nos han ofrecido hacer trabajos en serie, pero nunca nos interesó. No queremos perder nuestra mayor recompensa: volver a ser artesanos haciendo lo que nos gusta", destacó a Estilo, Javier Chernomordik que trabaja junto a su esposa Liliana.
Una casa antigua, situada en calle Entre Ríos entre Pellegrini y Cochabamba, oficia de local y es el lugar perfecto para elegir la pieza. Un equipo de herreros acompaña al matrimonio en el diseño y fabricación de mobiliario y aberturas. "Durante mucho tiempo tuvimos una empresa de demolición y nos dedicábamos a restaurar piezas antiguas, que tendían a desaparecer. Así surgió la idea de empezar a fabricar piezas nuevas, haciendo réplicas de aquellas originales", remarcaron.
Las columnas, fabricadas con materiales nuevos, lucen idénticas a las había en las viejas estaciones de trenes. Los balcones semicirculares o las marquesinas al ingreso de la casa, también se vuelven imponentes como entonces. Cada pieza es fundida a partir de modelos propios, planos o diseños antiguos.
Con especial interés por la fabricación de glorietas, los diseños y modelos varían notablemente: ahora son desarmables, están hechos a medida y se pueden trasladar con facilidad. De estilo inglés moderno o marroquí, bien pueden instalarse en una casa de fin de semana, en un patio o terraza.
"Las piezas están hechas con hierro macizo y a mano, porque nada es en serie. La idea es hacer todo con un material noble y una técnica empleada por los inmigrantes cuando llegaron al país que permite moldear pieza por pieza", señala el fabricante. El hierro virgen es forjado en caliente y toma la forma de matrices y moldes que ellos mismos confeccionan.
Dedicados tiempo completo a fabricar piezas nuevas, la creatividad y amplitud de ideas los apasiona tanto como confeccionar una reja antigua. "Es más difícil copiar que hacer algo nuevo. Es preciso lograr el forjado y la fundición de las piezas, y luego la ornamentación. A simple vista todas las rejas parecen iguales, pero cada una tiene algo diferente. Cuando hacemos este tipo de trabajo, nos sentimos recuperando parte del patrimonio de la ciudad", declara orgulloso el matrimonio, en alusión a la baranda de la antigua escalera del edificio de calle San Lorenzo y Corrientes.
"Este tipo de trabajo nos abrió muchas puertas en Buenos Aires", declaran. Fematec, en Costa Salguero, y la inauguración del aeropuerto de Fisherton fueron también vidrieras donde pudieron mostrar su arte.
Con peso propio
Desde hace más de una década, los ornamentos y mobiliarios en hierro han adquirido relevancia dentro de la decoración de la casa. Según Chernomordik "todo es lindo en la medida que sea armónico, por ejemplo el hierro con la madera es una combinación perfecta. La tendencia es mezclar un poco los estilos. El hierro aliviana un ambiente con muebles de madera, pero los gustos son variados. También se puede combinar con vidrio y cristal, o mármol de Carrara color blanco que contrasta con el negro del metal".
"El hierro como material y pieza decorativa tuvo diferentes ciclos. A principios de siglo se podía apreciar en balcones, puertas y en todo aquello que fuera pesado, porque además implicaba una cuestión de seguridad. Durante mucho tiempo la tendencia fue hacer cosas simples y rectas. Luego apareció la carpintería metálica que simplificó el trabajo, pero que no tenía durabilidad ni era estéticamente lindo. Hoy, este estilo se registra nuevamente en originales mobiliarios, pero esto no es nuevo. La gente también busca piezas antiguas, rescatar el buen gusto y la calidad de aquella época", agrega el fabricante.
Entre las tendencias que hacen punta, las mesas con base de hierro y tapa de mármol impactan y seducen en los ambientes más modernos; las rejas artísticas bajas o en forma de arcadas se utilizan para dividir ambientes y cortar la rutina en el living-comedor de un departamento; las columnas pueden adaptarse como base de un mueble de cocina moderno y las mamparas con vidrios de colores son otras de las alternativas que propone el hierro.
Noble y artístico
Un muestrario completo para mobiliarios, marca los diferentes espesores y la forma que adoptará el hierro, con curvas redondeadas o cuadradas. "El trabajo en hierro es tan amplio como apasionante. Nunca se termina de aprender y descubrir diseños nuevos. Además los clientes y el público aportan ideas".
El hierro, material noble, inalterable, que perdura en el tiempo casi sin mantenimiento, adopta los más variados colores, definidos por combinación o contraposición de estilos con el resto del mobiliario del hogar. El negro puro o mezclado con plata continúa siendo uno de los preferidos. "Actualmente, con las diferentes tendencias y combinación de estilos, cada color es especialmente preparado", agrega Liliana Chernomordik, especializada en lograr tonalidades nuevas y llamativas.
El color será perdurable y verdadero, en la medida que el hierro haya sido previamente tratado con un antióxido al cromato de calidad, lo mismo que la pintura.
La pátina, ya no tiene tantos adeptos. Ahora importa la variedad de colores sintéticos, otra tendencia que se hace eco de un estilo instalado en el barrio porteño de La Boca.
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