Año CXXXVII Nº 49092
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
Opinión
El Mundo
Escenario
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Página Solidaria


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 23/04
Mujer 23/04
Economía 23/04
Señales 23/04
Educación 22/04
Página Solidaria 19/04
Salud 12/04
Estilo 18/03

contacto
servicios
Institucional

 miércoles, 26 de abril de 2006  
Un loro estuvo "preso" en Rafaela y "cantó" para quedar en libertad
Un juez lo puso bajo custodia policial hasta que reconociera a su dueño. Tardó 4 días para decir "Joorgeee"

Luis Emilio Blanco / La Capital

Rafaela.- "Jorge" fue la palabra que definió el destino de un loro que se encontraba bajo la custodia policial en la subcomisaría 26ª de esta ciudad, tras una denuncia por robo realizada por su dueña contra los habitantes de una vivienda vecina.

Todo comenzó el jueves pasado, cuando Jorge Machado y su esposa advirtieron la ausencia de Pepo, "el tercer hijo de la pareja", de su tradicional percha en el enorme patio de la casa ubicada en barrio Amancay.

Alarmados por la situación, salieron a la calle a buscarlo y hallaron a unas niñas jugando con un perico. El pájaro en cuestión no era su preferido Pepo, pero las pequeñas advirtieron a la pareja que en la casa de los Vega, ubicada a unos 100 metros del domicilio de los Machado, habían encontrado esa misma tarde a un loro como el que describían.

Rápidamente se acercaron a la vivienda señalada, donde los Vega aseguraron que el pájaro que poseían lo habían encontrado varios días atrás "de regreso de un viaje a Santa Fe".

Así comenzó una discusión entre las dos familias, que se disputaban la propiedad de un perplejo Pepo que se hallaba en un "evidente estado de shock", según relató después Machado, su definitivo dueño.

Al no llegar a un acuerdo, la señora Villareal -esposa de Jorge- llamó al Comando Radioeléctrico y un patrullero llegó rápidamente ante el reclamo para intentar una mediación entre las familias. Ante el fracaso de la gestión, la policía pidió la intervención del juez en lo penal correccional Osvaldo Carlos, quien decidió que el loro pasara unos días en la comisaría 26ª hasta que "cantara" y lograran identificarlo. Machado aseguraba que su Pepo conoce al dedillo un canto de hinchada tradicional de San Lorenzo, además del clásico de la música popular "Zapatos Rotos".

Fue así como el loro pasó a formar parte del cuerpo estable de la seccional y se le asignó una guardia especial para que verificara si en algún momento emitía alguna palabra que identificara su origen. Los policías se encariñaron tanto con el pájaro que hasta llegaron a comentar, en evidente tono de broma, que "es uno más de nosotros porque también sale a hacer rondas".


Una ausencia notada
Pasaron los días y en la casa de Larrea 1399 -donde viven los Machado- se sintió la ausencia de Pepo, que ya no pudo dialogar con su dueño como acostumbraba a hacerlo diariamente. La familia temía por la vida del loro, que al encontrarse en un ambiente desconocido, "estaba en estado de shock y era seguro que no iba a emitir una palabra", contó Jorge a este diario.

Recién el martes, el perico se decidió demostrar sus habilidades lingüísticas y repitió varias veces la palabra "Jorge", lo cual fue suficiente para el juez Osvaldo Carlos para devolverlo a la familia Machado.

Pepo acompaña a sus dueños desde hace tres años. El matrimonio tiene dos hijas y su padre aseguró que "es muy inteligente y compañero, sabe la canción de la hinchada de San Lorenzo, pero es difícil que la cante porque al equipo le va muy mal". El loro, que responde a su nombre y a algunas órdenes de Jorge todavía se encuentra "nervioso", según su dueño.

También relató que la mascota "fue un regalo de Pedro, el camionero que lo trajo a la casa cuando apenas tenía un mes de vida. Ayer, al caer el sol, se disponía a dormir en su "cucha".

Según Jorge, "apenas llega la noche lo metemos en la cucha y hasta el otro día no se levanta". Sin dudas, Pepo estará agotado por las peripecias vividas hasta ayer, cuando pudo retornar a su patio, su casa y su familia. Y sin dudas, a hinchar por San Lorenzo, el equipo del que -aseguran- es fanático.

Ahora los Vega, deberán demostrar la versión que esgrimieron en cuanto al origen del loro que tuvo que pasar un fin de semana en la comisaría. De no poder sostener sus dichos, deberán rendir cuentas ante la Justicia.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados