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miércoles,
26 de
abril de
2006 |
Máximo Paz
Reclamo de justicia por
el crimen de dos jóvenes
Buenos Aires.- Una gran cantidad de vecinos de la localidad bonaerense de Máximo Paz marcharon anoche para acompañar en su reclamo de justicia a los familiares de Andrea Lungo y Flavia Aguirre, las jóvenes de 21 años que aparecieron brutalmente violadas y asesinadas el último sábado a pocos metros de su casa, en esa ciudad del partido de Cañuelas.
Con aplausos permanentes y al grito de "justicia", unas 500 personas transitaron por las calles céntricas de Máximo Paz. A su paso por la comisaría local, la marcha hizo un alto. Allí, la madre de Flavia, Verónica Borella, se reunió con el jefe de la seccional y recibió un informe actualizado de la investigación.
"La policía dice que está investigando, queremos que sea un poco más rápida, nada más. Por ahora no podemos sospechar nada", señaló Borella. Y volvió a rechazar que los homicidios de su hija y de Lungo -cuñadas entre sí- hayan sido cometidos por venganza. "Yo sola no pido justicia, es todo el pueblo el que pide justicia", dijo la mujer.
En la marcha se notó la ausencia de los familiares directos de Lungo y, ante una consulta, la mamá de Aguirre explicó: "Están con mucho miedo y hay algunos problemitas". Al ser consultada acerca de si ella sentía temor, respondió: "Yo no tengo miedo... ¿qué más me van a hacer?".
En tanto, los investigadores del doble crimen reforzaron ayer la hipótesis de que el asesino conocía a las víctimas y confirmaron que las estaba esperando desde hacía varias horas antes de los homicidios. La teoría se centra en la presencia del Ford Falcon bordó o rojo cuyo conductor había charlado con las chicas antes de que las violaran y mataran para abandonarlas en un baldío situado a 50 metros de la casa en que vivían.
Las estaban esperando
Vecinos y allegados a las víctimas declararon que el auto estuvo dando vueltas por el barrio desde las 19.30 del viernes, es decir poco más de media hora después de que Lungo y Aguirre salieran de su casa para ir a tomar un curso de inglés en la localidad de Carlos Spegazzini. Al terminar pasaron por un video club y después nada más se supo de ellas.
Los voceros consultados señalaron que las víctimas podrían haber conocido al agresor ya que "no presentaban signos de defensa en el cuerpo como suele suceder cuando alguien quiere evitar ser atacado".
Los investigadores siguen manteniendo como una posibilidad que el móvil del doble crimen haya sido una "venganza", aunque intentan determinar de quién y por qué. Es que les llama la atención la forma en que aparecieron los cuerpos: cada una de las chicas presentaba un disparo calibre 22 en la nuca, habían sido violadas analmente y estaban atadas de pies y manos. (DyN)
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