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miércoles,
26 de
abril de
2006 |
Arbitrajes
de fútbol
No es la primera vez que el árbitro Pompei perjudica a Central con sus fallos. Pero no es cuestión de llorar sobre la leche derramada. Lo que llama la atención es que todos los fines de semana, sin solución de continuidad, los árbitros que dirigen mal son siempre los mismos, y sin embargo no son suspendidos. Jamás reconocen sus errores ni piden disculpas, como si eso estuviera prohibido. Hay tres o cuatro árbitros que dirigen casi siempre bien: Baldassi y Elizondo, entre otros. Algunos otros alternan buenas con malas: Giménez, por ejemplo. Pero hay tres o cuatro que invariablemente cuando los domingos por la noche pasan por TV los compactos de cada partido, el relator termina su trabajo diciendo: "Mal arbitraje de...", y aquí agrega el apellido del referí. Y estos son siempre los mismos: Pompei, Favale y Furchi completan una trilogía que es de terror en el referato argentino. Podríamos agregar a Bassi y formar un cuarteto. Ahora, las preguntas son: ¿nadie piensa hacer nada, ni la AFA, ni el Colegio de Arbitros?
Manuel Laffont
[email protected]
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