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 sábado, 01 de abril de 2006  
Dispare, luego pregunte: el polémico derecho de autodefensa en EEUU
Permite a las personas utilizar la violencia de las armas de fuego en caso de sentirse amenazadas

Gabriele Chwallek

Washington.- "Dispare, luego pregunte". Así llaman los críticos a una nueva ley, que es cada vez más popular en EEUU. Permite expresamente a los ciudadanos que se sienten amenazados aplicar la violencia de las armas letales. Y no sólo en sus casas, sino también en espacios públicos. Después de Florida, también los habitantes de Dakota del Sur e Indiana recibieron luz verde para esta forma agresiva de autodefensa, y en otros veinte Estados norteamericanos se están estudiando leyes en ese sentido.

Eso alegra sobre todo a la poderosa organización de propietarios de armas, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que cree que el derecho a matar a potenciales agresores se está reconociendo con retraso y que quiere alcanzar que todos los Estados adopten esta nueva regulación.

Opositores como la "Campaña Brady para la Prevención de la Violencia de las Armas", que toma su nombre del ex portavoz presidencial James Brady herido en un atentado, en cambio, están espantados. Temen que los ciudadanos en los Estados afectados recurran al gatillo fácil, por ejemplo, en situaciones de peleas y estrés. La ley puede ser utilizada por las personas como excusa para recurrir a un arma, aun cuando su utilización esté completamente injustificada, sostienen.

De hecho, en Florida ya hay un caso que muestra lo problemática que es esta nueva ley. En el centro de la polémica está el dueño de un servicio de remolque. Está acusado de asesinato del propietario de un automóvil que fue remolcado por su compañía. La versión de la fiscalía del Estado es que el propietario del vehículo quiso escapar al retirar su coche sin pagar el servicio y por eso fue muerto a disparos por el jefe de la empresa.

La defensa argumenta que el empresario disparó porque temía ser atropellado por el propietario del coche en fuga. Por lo tanto, sostiene, la acción está cubierta por la nueva ley, que asegura impunidad en caso de aplicación letal de la violencia en situación de riesgo, siempre y cuando la presencia del amenazado en el lugar de los hechos sea legal.

En muchos Estados norteamericanos, los ciudadanos ya tienen expresamente el derecho a defenderse en su propiedad con armas de fuego. En cuanto a los casos en espacios públicos, no hay reglamentación o existe la reserva de que el amenazado debe intentar escapar antes de aplicar la violencia, es decir, intentar no utilizarla.

Así era, por ejemplo, hasta el 1º de octubre del año pasado la ley en Florida, lo que según la Asociación Nacional del Rifle era directamente "una invitación a dejarse disparar por la espalda o a ser violado", según lo formuló su representante, Chris Cox. Cox considera inaudito "obligar a ciudadanos respetuosos de la ley a huir cuando son atacados por criminales, no importa si están en su casa o en un lugar público".

Quien en caso de un ataque se quiera replegar, puede hacerlo, añadió, pero quien se decida por defenderse no puede ser víctima por partida doble, es decir, en segundo caso, "víctima de la Justicia".


El regreso al "viejo oeste"
Los seguidores de la Campaña Brady temen en cambio el regreso a los métodos del "salvaje oeste" y advierten del peligro de que los ciudadanos se sientan libres para tomarse la justicia por su mano.

No existe ningún otro país del mundo que tenga una ley similar, dice su portavoz Peter Hamm. Las personas con tendencia a la violencia en un momento de provocación se ven alentadas a ver amenazas donde no las hay, añadió. La nueva ley, además, no es necesaria, porque de todas maneras el recurrir a la violencia en un caso claro de defensa propia no está penado. Hamm asegura que se sentiría menos intranquilo si no hubiera tantos estadounidenses paseándose con un arma: en 38 Estados se permite portar armas. (DPA)
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Los opositores al empleo de armas temen que los ciudadanos recurran al gatillo fácil.


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