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 sábado, 01 de abril de 2006  
Los evangélicos siguen sumando fieles en las comisarías
Un total de 24 detenidos se bautizaron ayer en la 6ª. Forma parte de la iniciativa "Misión a la libertad"

"Misión a la libertad" es el nombre de la cruzada que las iglesias evangélicas rosarinas encararon en las comisarías de la ciudad hace poco más de un mes, y que ayer sumó a través del bautismo a 24 internos de la comisaría 6ª. "Escuchamos la Palabra y ahora vamos a hacer otra vida", repetían muchos de los jóvenes, luego de la ceremonia que se extendió durante casi una hora.

"Los resultados son muy buenos porque ya hay unas 10 comisarías cristianas en la ciudad, pero además se ven en los cambios de actitud y de vida de estas personas", señaló a La Capital el pastor Eduardo Teddy Rivello, quien coordina el trabajo que más de 15 iglesias llevan adelante tanto en las comisarías como en las cárceles de la provincia.

La comisaría de San Luis 3261 tiene capacidad para 25 detenidos; sin embargo, hay alojadas 35 personas. Allí, los evangelizadores de las iglesias cristianas van dos veces por semana a reunirse con los internos, y ayer 24 de ellos decidieron bautizarse.

"Es un bautismo por inmersión, porque la persona se sumerge en el agua y renace en Dios", explicó el pastor Teddy, haciendo referencia de esta forma al bautismo como un "símbolo de conversión interior".

Maximiliano, de 21 años, lleva un año y dos meses detenido. Está casado y tiene una hija de cuatro años y otro bebé en camino. "Vengo de estar preso, estuve mucho tiempo en rebeldía, pero ahora quiero valorar a mi familia, dejar de hacerla sufrir y empezar a disfrutarla", dijo a La Capital luego de la ceremonia.

Mauro tiene 24 años, es papá de una beba de dos meses y lleva ocho años cayendo preso. "Ya vi muchas cosas y me la pasé sufriendo. Me hablaban de Jesús, pero no escuchaba", contó el joven, quien ahora aseguró tener "tranquilidad" para llevar "la Palabra a otras personas".

"Estos chicos inician una nueva etapa, ahora aquí están contenidos por el Evangelio", aseguró el pastor, quien también pidió tanto "al Estado como a los empresarios que también colaboren para contenerlos y a brindarles respaldo social y laboral una vez que están afuera, porque muchas veces quedan a la deriva".

Sin embargo, según indicó Rivello, ni su formación ni su trabajo terminaron. Es que todos deberán continuar estudiando el Evangelio y muchos se abocarán a la evangelización de nuevos fieles.

"Todo eso servirá para integrar a nuevos detenidos, cualquiera sea su religión. Porque acá lo importante es que estas personas realicen verdaderos cambios en sus hábitos de vida", concluyó el pastor.
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