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Las banderas y el 24 de marzo

Respecto de la pregunta de la carta del señor Hugo Fauda publicada el martes pasado en esta sección acerca de "qué carajo hacía una bandera cubana" en el acto del 24 de marzo en el Monumento por el aniversario del golpe militar, se debe decir que tiene coherencia su presencia en el mismo, aunque por razones opuestas a las que seguramente esgrimirían quienes la portaban. Los diplomáticos argentinos de la época han afirmado que las relaciones entre la Argentina del Proceso y la isla castrista eran óptimas, ya que los unía la defensa de un interés común: impedir toda posibilidad de investigación en la ONU acerca de las violaciones de los derechos humanos en ambos países. Cuba, además, cumplió un rol activo para conseguir el apoyo de la Unión Soviética y los países del Este europeo hacia Argentina en la misma problemática. Por lo tanto tiene lógica la presencia de la bandera cubana en el acto del 24 de marzo, ya que la dictadura de Castro fue uno de los mejores aliados (y uno de los mayores cómplices) del gobierno de facto en lo que se refiere a su política de derechos humanos. Tal actitud, de la misma manera que otras como el decidido apoyo cubano a la "gesta" del Proceso en las Malvinas, demuestra hasta qué punto los extremos ideológicos terminan coincidiendo y pareciéndose cuando se trata de defender sus intereses (y también en su desprecio a la democracia, el Estado de Derecho y los valores de la vida y la libertad). La memoria es necesaria, pero debe ser completa y ajustada a la historia. Si es parcial y está distorsionada por visiones ideológicas, sólo contribuye a la perpetuación y la extensión de la mentira y de quienes se benefician de ella.

Andrés C. Argutti

DNI 23.674.666