Los ex empleados del Rich le propusieron al juez formar una cooperativa

Los síndicos están estudiando la alternativa que permitiría a 45 trabajadores recuperar su fuente laboral

Los trabajadores del recientemente cerrado restaurante Rich tienen desde ayer la esperanza de recuperar su fuente laboral. Cuarenta y cinco de los 50 empleados del emblemático comedor de San Juan 1031 le propusieron formar una cooperativa al juez Civil y Comercial de la 10ª Nominación, Eduardo Oroño, a cargo de la quiebra del comercio. El magistrado corrió vista del expediente ("Saracco y Tejedo SRL s/ Concurso Preventivo, hoy quiebra") a los síndicos Daniel Botta, Alberto Termini y Ana María Giorgio, quienes junto a los empleados y al sindicato que los representa evalúan la factibilidad de la propuesta. "En principio al juez le pareció bien, pero no podrá expedirse hasta que los síndicos presenten un informe. Los empleados están entusiasmadísimos, acá solo falta la mercadería, porque mano de obra calificada sobra", remarcaron desde la seccional local de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra).

Más allá de las novedades, los empleados permanecen desde el viernes a la madrugada haciendo guardia frente a la puerta del restaurante. "Y aquí seguiremos, hasta que tengamos respuesta de nuestra propuesta. No vemos la hora de comenzar a trabajar", remarcó Carlos Van Zandweghe, quien cumplió durante cinco años la función de cajero en el Rich y ahora podría convertirse en el administrador provisorio de la cooperativa. A él se sumaría, como encargado general, Carlos Carrizo, con diez años de mozo en su haber.

"Ambos compañeros fueron elegidos en asamblea por todos nosotros", aclaró Alejandra Bravo, una de las empleadas que hacía ayer guardia con otros ex empleados, en una especie de campamento donde abundan los carteles y los mensajes de aliento de ex clientes y ciudadanos que pasan por esa zona del microcentro.

"Cerrado por quiebra", "Golpe al Rich. La gran caída (24/3/2005)" y "Señor Juez, los empleados queremos formar una cooperativa. Necesitamos trabajar", son sólo algunas de las leyendas pegadas en la puerta principal del local que se detienen a leer los transeúntes.

No obstante, fuentes judiciales fueron cautas al referirse al futuro de la cooperativa. "Nadie ha dicho que no a la propuesta, pero acá se habla con liviandad de reabrir el comercio la semana entrante y esto no es tan fácil. No se trata de cualquier comercio, sino de uno de 74 años de prestigio y donde se expende nada menos que comida. Hay que tomar muchos recaudos, obrar con prudencia", remarcó un profesional.

Los empleados trabajaron normalmente hasta el jueves pasado a la noche. Pero un llamado telefónico durante la madrugada del viernes los alertó del cierre. Se avisaron en cadena de la situación y a los pocos minutos se apostaron en la puerta del local sin poder creer lo que había ocurrido.

Es que la firma llevaba un año y medio en convocatoria de acreedores, por eso todos estaban al tanto de una situación financiera difícil, pero según dijeron no esperaban que los propios dueños pidieran la quiebra. La firma, integrada por varios socios, tenía deudas de aportes sociales y fundamentalmente con la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip).