Educación ofreció un alivio transitorio

Los 190 alumnos sin banco empiezan las clases el lunes

Son del barrio Empalme Graneros y no habían podido anotarse en la Escuela Nº1.319 ni en la Nº456

A partir del lunes, los 190 chicos de Empalme Graneros que no habían podido conseguir un banco en las dos escuelas públicas de la zona comenzarán las clases. Cinco maestros se incorporarán a la Escuela Nº1.319 José Ortolani (de Génova y Cullen) para atender a los nuevos alumnos que transitoriamente ocuparán el salón de música y la biblioteca del colegio, entre otros espacios. Mientras tanto, se gestionará la construcción de nuevas aulas.

Así lo confirmó ayer el delegado local del Ministerio de Educación, Humberto Cancela. "Es una solución de emergencia para que los niños empiecen las clases cuanto antes", explicó el funcionario y estimó que "a más tardar en quince días" se habilitarán nuevas aulas para estos cursos.

La superpoblación de las escuelas de Empalme quedó en la escena pública el jueves pasado cuando La Capital publicó que los dos establecimientos estatales del barrio (Nº456 y Nº1.319) debieron dejar unos 190 niños en lista de espera. A la primera, asisten 1.200 pibes y hay siete divisiones de primer año, todas de más de 30 chicos.

La escuela de Génova y Cullen no se queda atrás, su matrícula es de mil alumnos, con cuatro primeros años también supernumerarios. Ahora en este colegio se crearán cinco nuevas divisiones que permitirán contener a los niños que quedaron sin escolaridad. En principio los planes son abrir un primer y segundo año, y otros cursos multigrado para recibir a los chicos avanzados en edad para el nivel educativo alcanzado.

Como paliativo de la situación, estos grupos trabajarán en aulas que la institución destinaba a otros usos, como la biblioteca o la sala de música, hasta tanto se puedan habilitar nuevos salones.

Para esto, el delegado local de Educación evalúa la posibilidad de utilizar unas aulas adyacentes al colegio, actualmente a cargo un grupo de monjas que brinda apoyo escolar.

Otra de las alternativas sería recuperar un predio lindante al edificio escolar donde hay actualmente una canchita de fútbol e instalar allí aulas móviles hasta que se puedan levantar salones de material.

Mientras tanto, se está trabajando en la búsqueda de un terreno en las inmediaciones de Olivé, Sorrento, Provincias Unidas y el arroyo Ludueña para la construcción de una nueva escuela. "Esta será la solución definitiva al problema, pero no podemos garantizarla en el corto plazo. Y los chicos tienen que estar ya en la escuela", concluyó el funcionario.

Por su parte, los directivos de las escuelas en cuestión hicieron conocer su beneplácito por la oferta ministerial, aunque aguardan su concreción para poder dar clases con mayor tranquilidad. Según deslizaron, algunos de ellos esperaban que no fuese necesaria otra nota en el diario para que el ministerio brinde una solución definitiva para el problema; entre ellas, la creación de una tercera escuela, según consta en un proyecto legislativo presentado por la diputada provincial del ARI, Verónica Benas.

El colegio usará la biblioteca y sala de música como aulas.