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miércoles,
29 de
marzo de
2006 |
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Rosario
En diciembre pasado viajé a la Argentina junto con mi mujer para visitar a nuestros seres querido después de cuatro años de estar viviendo en España. Al llegar nos pareció todo hermoso, y más porque había muchas cosas nuevas y bonitas. Pero al empezar a caminar por las calles nos dimos cuenta que si bien la ciudad está en un cambio notable hay zonas de la periferia que siguen progresando en la pobreza. Pongo como ejemplo el barrio Rucci, que es donde me críe y que vi cómo en vez de mejorar está cada vez peor. Otra de las cosas que nos llamó la atención es que no se respetan las sendas peatonales, ni siquiera en el centro de la ciudad, y a la vista de los inspectores de tránsito, que es lo peor.
Guillermo A Garvin, DNI 26.739.769
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