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viernes,
24 de
marzo de
2006 |
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Charlas en el Café del Bajo
-Ya que estamos en Cuaresma y que cristianos y judíos celebrarán este año las Pascuas de manera casi coincidente en el mes de abril, me permito una charla anticipada y en ese marco: el pensamiento del poeta Amado Nervo es, en cierto modo, muy similar a lo sustentado por Pascal. Este dice: "entre creer en un Dios que no existe y no creer, prefiero lo primero, no sea que, existiendo, en algún momento me lo demande".
-¿Y Amado Nervo?
-Y el poeta mexicano va hacia la misma conclusión cuando en su poema nos dice: "Si nadie sabe ni por qué reímos/ni por qué lloramos;/si nadie sabe ni por qué vinimos/ni por qué nos vamos;/si en un mar de tinieblas nos movemos;/si todo es noche en rededor y arcano,/¡a lo menos amemos!/¡quizá no sea en vano!"
-¡Hermoso!
-Y al recordar este poema se acercaron a mi mente algunas imágenes y algunas palabras de un hombre entrado en años, un sabio, a quien yo en mi juventud solía escuchar con atención.
-Hace muchísimo de ello. ¿Quién era?
-No importa eso.
-¿Qué era?
-Alguien que se había pasado la vida buscando la verdad. Su biblioteca era, sobre todo, interesante, intrigante, en cierto modo misteriosa y por ello mismo cautivante. Allí hurgaban algunas almas tratando de sacar algo en limpio. Desde Aristóteles hasta la filosofía de los lamas, pasando por un vasto universo de conclusiones que iban desde los vedas hasta narraciones del Talmud y el cristianismo.
-Y no habrían de faltar los libros que por entonces eran considerados casi rayanos con lo herético.
-Desde luego. Imagine que era tan fácil encontrar allí un tratado sobre Hermes Trimegisto o los rosacruces o la masonería, mezclados entre la Summa Teológica de Santo Tomás.
-¡Vaya! ¿Cuántos años han pasado de esto?
-Unos cuarenta.
-Bastante tiempo.
-Sí, un pasado remoto que parece no fuera mío.
-¿Qué pasó aquella tarde?
-Aquel hombre, entrado en años y con el reposo que alcanzan ciertas almas, respondió a mi pregunta: "¿Cuál es la religión que se debe seguir?".
-¿Y cuál fue la respuesta?
-"Aquella que te lleva a Dios". Le dije entonces: "Pero todas dicen llevar a Dios".
-¿Y qué le respondió él?
-"Todas aquellas que ofrezcan llevarte a Dios mediante el puente del amor son las verdaderas, pues muchos son los caminos y uno solo el destino". Y siguió diciendo: "Todas aquellas creencias que tienen al amor como fundamento básico, como primer principio, esas son las verdaderas y todos aquellos movimientos o sectas que se apartan de este principio no son propiciadas por Dios".
-¿Cómo siguió la conversación?
-Era una tarde de abril, un patio y la voz del hombre que decía: "Es bueno buscar la verdad, pero cuando no se busca es el propio Dios, por el inmenso amor a su cosa creada, quien la presenta ante los ojos del espíritu. Es de sabios tomarla y vivir en ella". Entonces, acordándome de la pregunta que Pilatos hizo a Jesús le pregunté: "¿Cuál es la verdad?".
-¿Y qué le respondió?
-"El alto sentimiento de Aquél que se inclinó ante sus discípulos para servirlos lavándoles los pies, esa es la verdad. El sentimiento de aquel que vendido en el desierto por sus hermanos (se refería a José) hizo que en Egipto los ayudara sin que ellos supieran quién era en realidad, esa es la verdad". Después hizo un poco de silencio y agregó: "Pobres de aquellos que no buscan la verdad, pero más pobres aquellos que siendo invitados a pasar al gran templo no ven la puerta o se rehúsan a entrar".
Candi II
candi@lacapital.com.ar
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"Me gustaría que en algún próximo 24 de marzo o antes, los medios de prensa argentinos hagan la autocrítica"
Néstor Kirchner
Presidente de la Nación
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