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domingo,
19 de
febrero de
2006 |
Ricardo López Murphy aseguró, de cara al 2007, que las "alianzas no deben prestarse a la cooperativa electoral"
"La familia Kirchner se apoderó del
movimiento hegemónico, y éste del país"
El líder de Recrear ratificó su convencimiento de que existe en la Rosada un plan para perpetuarse en el poder
Javier Felcaro / La Capital
Tras la jugada de Mauricio Macri para preservar su sociedad política con Ricardo López Murphy (el presidente de Boca pospuso el lanzamiento de una entente de centroderecha con el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch), el líder de Recrear reforzó los argumentos de su rechazo: "Las coaliciones no deben prestarse a la cooperativa electoral".
Desviando por un momento el foco de atención, el ex ministro aliancista, quien en el 2005 terminó quinto en la carrera por una banca en el Senado de la Nación, aprovechó para desgranar munición gruesa sobre la Casa Rosada. "Tengo la sensación de que la familia Kirchner se apoderó del movimiento hegemónico, y éste del país", aseguró durante una charla con La Capital.
De esta manera el ex ministro aliancista sigue sosteniendo la existencia de un plan en Balcarce 50 destinado a perpetuar en el poder al matrimonio santacruceño.
-Macri terminó aplazando el lanzamiento de la alianza con Sobisch. ¿Lo toma como una buena señal?
-Espero que prevalezca el buen sentido y que se pueda dialogar de la manera más abierta posible, sin definiciones que me impidan seguir adelante. Creo que predominará el buen juicio, salvo que se produzca algún acto unilateral que genere definiciones irreparables. Los hechos dirán.
-El avance de esta coalición hizo tambalear su sociedad con Macri.
-Hay una regla básica: las alianzas deben tener una declaración de principios o un documento orgánico, un sistema de designación de candidatos y un esquema de administración que no se preste a la cooperativa electoral. Creo que el mensaje se entendió, y espero que se actúe en consecuencia. De lo contrario, ya dije lo que ocurrirá.
-¿La bancada de PRO en Diputados quedó resentida?
-Hay, obviamente, tensión. Esta se disipará si, como todos esperamos, no se toman ciertas decisiones, que no veo urgencia y necesidad de adoptar.
-¿Qué lo distancia del gobernador neuquino?
-Hay una cuestión más compleja, aunque antes de ir a ella deben existir reglas de juego. Es verdad que tengo profundas discrepancias con el estilo, la visión y la práctica de Sobisch, pero el tema en discusión es previo: el método para organizar la llegada de actores políticos a una coalición.
-Algunos especularon con que el tándem Macri-Sobisch se constituiría en el único eje opositor...
-Mi sensación es que la coalición que necesita el país es más compleja. De avanzar por ese camino, se debilitará la posibilidad de generar algo más potable y coherente con la realidad social y política.
-¿El 2007 lo encontrará como candidato a presidente?
-No resulta razonable vocear ninguna expectativa porque es tiempo de construcción de programas y de diálogo. De no crearse ese común denominador, será imposible soñar algo. Cuando llegue el segundo trimestre de 2007, diré qué es lo que estoy en condiciones de hacer.
-¿Hacia dónde tiende sus puentes?
-Hacia la modernidad, la prosperidad, el progreso y la construcción de una república que respete el Estado de derecho, las libertades personales e integre a su sociedad.
-Usted confesó cierta admiración por la construcción política chilena...
-Chile demostró una gran aptitud para incorporarse a la modernidad y que su debate y sistema políticos son extraordinariamente avanzados. (La presidenta electa) Michelle Bachelet llevaba 27 puntos de ventaja en las encuestas y se presentó en todos los debates como si estuviese perdiendo. Es una diferencia inmensa con lo que pasa en la Argentina, donde ni siquiera se dan entrevistas. No recuerdo una conferencia de prensa, con preguntas de periodistas, de las figuras gubernamentales. También en Chile hay una visión de incorporarse al mundo, de crear puentes con los países que crecen más rápido, mientras que nosotros hasta le tenemos miedo al Mercosur.
-¿Mantuvo contactos con el radicalismo?
-Tengo una buena relación con todo el mundo, pero de ahí a darle otra connotación... No poseo un plan B. Los demás deben entender que mis convicciones éticas son decir lo mismo en público y en privado, y lo hago. Incluso dialogo con personas que pertenecen, en un sentido periférico, al oficialismo.
-El ex ministro de Economía Roberto Lavagna se despegó del imán de Sobisch...
-Lavagna fue una figura estelar del oficialismo, quizás la más emblemática del gabinete. Entonces, reconozcamos que sería muy pobre la oposición si lo único que tiene para ofrecer es al ministro estrella del presidente Néstor Kirchner.
-¿Insiste en que Kirchner quiere quedarse ocho años en el poder y la primera dama, Cristina Fernández, otros ocho?
-Tengo la sensación de que la familia Kirchner se apoderó del movimiento hegemónico, y éste del país. Esa familia tiene todas las llaves del poder y el movimiento hegemónico las del control de la Argentina. El proyectó está, nadie lo desmiente. El silencio es complicidad, y no creo que nadie en el oficialismo se atreva a decir que competirá con el presidente o su esposa.
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Fotos
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El ex candidato a senador se mostró esperanzado en que finalmente logre alumbrar el frente de centroderecha con Macri y Sobisch.
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