|
domingo,
19 de
febrero de
2006 |
Intimidad verbal: las parejas hablan muy poco de su sexualidad
Marta Gordillo
A pesar de la sobreestimulación sexual en los medios de comunicación y la publicidad; a pesar de la apertura cultural y los aportes en los programas educativos; a pesar de los legados de la revolución sexual de los 60, el diálogo sobre sexualidad al interior de las parejas prácticamente no existe, según señalaron especialistas en el tema.
Las parejas suelen hablar muy poco o nada de lo que les pasa con el sexo, en la relación sexual, sobre sus necesidades, sus búsquedas, sus placeres y dificultades.
Y esta situación se da tanto en las relaciones ocasionales cuanto en las estables o duraderas, y de igual modo en adolescentes, jóvenes y maduros.
Así es como en la cama, la comunicación está en el cuerpo y cuando aparece la palabra suele ser parte de un juego erótico que busca estimular la excitación.
La pregunta que indaga en el otro sobre las sensaciones y las expectativas suele estar ausente, algo que a veces se vive como parte de la naturaleza misma del encuentro sexual, donde todo se dijo de otra manera.
No obstante, ese silencio verbal oculta o revela otras veces una dificultad para abordar aspectos más íntimos de la relación que van desde los métodos para cuidarse hasta cuestiones vinculadas al placer o al displacer.
¿De qué hablamos cuando hablamos de sexo en la pareja? podría uno preguntarse parafraseando al escritor Rymond Carver, que se hace la misma pregunta referida al amor.
"Es muy difícil hablar de las relaciones sexuales dentro de la pareja. Las únicas frases que podés encontrar son las de la cama, que están acotadas a la palabra estimulante, a la fantasía puesta en lo que ocurre allí; después no se habla", precisó la psicoanalista Patricia Malanca.
Los especialistas coinciden en que, en general, se habla más de la sexualidad por fuera de la pareja que por dentro.
Sobre la pregunta simple y compacta de ¿cómo estás? Malanca expresó que "a los 20 años esa pregunta no está y a los 40 está reprimida; tampoco se pregunta qué te gusta o qué querés que te haga".
"Aunque actualmente haya una hipercomunicación, en ese punto quizá nunca podamos avanzar, porque tiene que ver con tocar lo real, que es lo más animal, y la palabra quizá no pueda alcanzarlo. Muchas veces se habla de otras parejas porque no se puede hablar de sí mismos", agregó.
La ginecóloga Alicia Figueroa, del Centro Latinomaericano Salud y Mujer, que trabaja la temática referida a la sexología, coincidió también en que se habla poco de la sexualidad en la pareja.
"Hay una intimidad física, corporal, pero no afectiva. No se habla de placer, de necesidades, de expectativas, de gustos o preferencias, a veces ni siquiera se habla de cómo se van a cuidar, es como que da vergüenza hacer una pregunta íntima", dijo.
La especialista afirmó que la gente intenta informarse a solas y sigue construyendo una fantasía con respecto a las expectativas del otro, donde proyecta lo propio.
"En parejas de mucho tiempo hay más intimidad y se ha ganado confianza para hablar del placer, pero sigue habiendo un bloqueo para hablar de las dificultades, como por ejemplo, la falta de deseo o de orgasmo; de eso no se habla con la pareja".
Especialistas en adolescencia coinciden en señalar que en las parejas también se habla muy poco sobre la propia sexualidad.
"El tema del placer, las necesidades del uno y del otro casi nunca se hablan. Los adolescentes priorizan la acción sobre la reflexión y de pronto se encuentran teniendo relaciones sin hablar nada, ni siquiera del método anticonceptivo", señaló la trabajadora y educadora social, María José Faccini, integrante del Programa de Adolescencia del Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires.
Faccini puntualizó que en el trabajo que realizan tanto con adolescentes como con adultos jóvenes ven que el tema del placer, del orgasmo y de las necesidades sexuales de cada uno, no se transmite entre ellos.
"Todavía se da esto de que las mujeres no dicen nada sobre su sexualidad y los hombres poco. Ellos están muy preocupados en la cantidad de relaciones sexuales y no saben cómo está la persona de al lado", señaló.
Faccini habló de una gran incidencia de relaciones de corta duración, lo cual a la vez dificulta una mayor intimidad con la palabra, aunque dijo que en parejas con más tiempo, "también hay dificultades".
Al referirse a las condiciones en las que hacen el amor, Faccini precisó que "es el aquí y ahora". "Si vemos los lugares donde los adolescentes mantienen relaciones sexuales (boliches, parques, frente a otros, apurados por si llegan los padres), en ese marco no es posible hablar del placer, ni buscarlo, ni pensar en el otro".
La especialista remarcó que hay más apertura en otros espacios, entre las chicas o entre los varones, pero no al interior de la pareja, donde parecería que se esfuma la información y aparece un pensamiento mágico.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
|