En Foco. El brote de aftosa

Si, como parece, el foco de aftosa detectado hace dos semanas se mantiene localizado en ocho departamentos correntinos, podrá decirse que la zozobra por la que atravesó el mercado de ganados y carnes fue una desgracia con suerte.

Con excepción de Chile, que suma a sus fuertes exigencias sanitarias una vocación por el uso de barreras paraarancelarias en el manejo de su mercado de importación, las principales plazas compradoras del producto argentino aceptaron limitar las restricciones de ingreso a la zona interdictada por el Senasa.

De esta forma, el efecto sobre las exportaciones argentinas, que en 2005 llegaron a una cifra récord de 1.400 millones de dólares, será mínimo en relación a las pérdidas potenciales que se temieron una vez conocida la existencia del brote.

Este alivio, al cual contribuyeron la rapidez con la que actuó el Senasa (a diferencia de 2000 cuando ocultó la existencia de focos de la enfermedad) y la demanda sostenida del mercado internacional (lo cual refuerza la idea de que las restricciones en relación a la aftosa están cada vez más condicionadas por cuestiones económicas que de sanidad animal), no diluye las sospechas sobre el origen de esta nueva aparición de la enfermedad.

El recuerdo de la desastrosa experiencia de la gestión de Fernando de la Rúa durante la gran crisis de la aftosa no se detuvo en las pérdidas enormes que generó para la ganadería sino en la economía paralela que posibilitó el ingreso del virus a través del contrabando con Paraguay y con la participación de importantes operadores del sector que se beneficiaban con la diferencia de precio de la hacienda respecto de ese país.

Las líneas de investigación que maneja el Senasa no apuntan en este caso a un modus operandi muy distinto al de aquel año 2000, quizás con alguna mayor sutileza en el manejo de los papeles. El control de la frontera es sólo uno de los puntos en los que parece haber necesidad de trabajar pero quizás sería más económico y eficiente indagar sobre el circuito comercial que permite la realización de esos animales en el mercado local.