|
sábado,
11 de
febrero de
2006 |
Un clima copero con Diego a la cabeza
Como en cada presentación del equipo argentino de Copa Davis, o evento que se parezca, Diego Armando Maradona, vestido para la ocasión con una remera celeste y blanca, dijo presente. El astro hizo su aparición en el estadio a las 11.10, minutos antes del inicio del partido entre Nalbandian y Soderling y recibió, como no podía ser de otra forma, el cariño de la gente.
Pero la presencia de Diego fue cobrando mayor notoriedad con el transcurso del partido. Es que fue una especie de "capo" de la barra argentina, no sólo alentando constantemente, sino hablándole (no con buenos modales) a Soderling cada vez que el sueco jugaba debajo suyo.
Al principio pasó desapercibido cada vez que le gritó al segundo singlista del equipo europeo, pero como el partido no era sencillo para el unquillense la gente se pegó a su comportamiento. Más todavía cuando Diego comenzaba a revolear cualquier pilcha que tuviera a mano a manera de aliento. Ya con los ánimos exacerbados, el público comenzó a ser determinante. La presión que bajaba de las tribunas sacó a Soderling del partido y, por supuesto, al capitán del equipo sueco Mats Wilander. Diego estuvo y no pasó desapercibido. Su temperamento es archiconocido, pero lo de ayer fue un capítulo especial. Fue centro de atención apenas llegó y también durante gran parte del partido. Un "gerente" de barra con todas las letras.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Hizo el aguante. Diego alentó a David y a Chucho.
|
|
|