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| sábado,
21 de
enero de
2006 |
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Un almuerzo no tan secreto
La reunión no se difundió pero el lugar elegido para mantenerla estuvo lejos de contribuir a la discreción. El intendente Miguel Lifschitz y el jefe de la bancada justicialista de diputados nacionales, Agustín Rossi, optaron por un coqueto hotel céntrico para almorzar y compartir un animado diálogo. Dicen que la reunión fue con agenda abierta y que ambos aprovecharon para cerrar viejas heridas, surgidas en la época en que el Chivo presidía el Concejo rosarino y muchas veces disparó contra la figura del lord mayor de la ciudad. Pero como todo cambia, los dardos del pasado perdieron punta y se transformaron en sonrisas. Nada como la convivencia civilizada entre dirigentes de distintos partidos.
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A la costa por aire puro
Mientras el gobernador Jorge Busti disfruta de sus vacaciones el gobierno de Entre Ríos está en manos del vice. Dicen que el titular, luego de un paso fugaz por La Plata, donde vive uno de sus hijos, se fue a descansar a algún lugar no precisado de la costa atlántica. Antes de partir prometió hablar todos los días con el interino para seguir de cerca la evolución del conflicto con Uruguay por la construcción de dos papeleras en Fray Bentos. Sólo cortó su descanso para declarar que le daban "risa" las declaraciones de Tabaré contra Greenpeace. De lo que no volvió a hablar es del humo que provoca la quema de pastizales en las islas entrerrianas ubicadas frente a Rosario, aunque ya se sabe que para Busti uno y otro tema no se comparan. Al menos él podrá respirar aire puro donde quiera que pase los próximos días.
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Pedidos de ayuda que nadie responde
El accidente en la ruta 11, a la altura de Baigorria, tenía todos los visos de haber sido grave: un motociclista había atropellado a dos bicicletas y yacía sobre el asfalto con el rostro ensangrentado. El empresario local pasaba casualmente por allí y su reacción fue inmediata: dio la orden a su ayudante e hizo detener de inmediato el auto en que viajaba. Mientras llamaba por el teléfono celular a la policía, intentaba que nadie tocara ni moviera al herido. Pero lo que despertó su desesperación fue que, pese a los reiterados llamados que realizó, la policía no llegaba. Ni llegó. Un servicio de emergencias se ocupó de todo. Un caso similar, sin dudas, al del taxista que anteayer persiguió a un arrebatador que huyó en colectivo en Rosario y pese a los cuatro pedidos de auxilio que hizo por su celular a las fuerzas de seguridad nunca recibió ayuda. Teléfono para un ministro que poco tiempo atrás prometió otra cosa. |
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"Cristina Kirchner busca aniquilar la Justicia independiente".
Elisa Carrió
Diputada nacional y líder del ARI
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