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 domingo, 18 de diciembre de 2005  
[Lecturas]
En la corriente turbia
Narrativa. "Narrativa breve", de Sylvia Iparraguirre. Alfaguara, Buenos Aires, 2005, 395 páginas. $ 39. Prólogo de Jorge Monteleone.

Carlos Roberto Morán / La Capital

En "Narrativa breve" Sylvia Iparraguirre nos propone recorrer la siempre inquietante región del cuento, género en el que se mueve con reiterada solvencia. La presente antología está integrada por varios libros ya publicados de la escritora nacida en Junín, provincia de Buenos Aires: "En el invierno de las ciudades" (1988), "Probables lluvias por la noche" (1993) y "El país del viento" (2004). A lo anterior se añaden cuentos inéditos y seis textos breves que integran su libro, también inédito, "Del día y de la noche".

En los dos primeros libros mencionados, Iparraguirre apuntó decididamente a la literatura fantástica, en la que se mueve en los mismos espacios que cimentaran Borges, Cortázar y Bioy Casares, aunque la narradora ha buscado una expresión propia en la que lo urbano cobra particular importancia. En "El país del viento", por el contrario, se adentra en la región patagónica, de la que trata de recuperar literariamente distintos hechos históricos para conformar una suerte de cosmos, el de una región a la que el viento y la soledad contribuyen sustancialmente para tornarla mítica.

De los textos inéditos incluidos, de reciente y atractiva factura en su gran mayoría, puede inferirse que la autora de "El parque" ha vuelto con mucha fuerza al terreno de la narrativa fantástica.

Inclinarse por algunos de los relatos incluidos en "Narrativa breve", en injusto detrimento de otros, supone una elección arbitraria dado que son más de cuarenta los que integran el volumen. No obstante, nos resultaron particularmente interesantes "El dueño del fuego" (de "En el invierno de las ciudades") y los hasta ahora inéditos "El Packard negro" y "El regreso".

En el primero de ellos la escritora habla de un grotesco choque cultural entre un toba supuestamente civilizado y una estereotipada antropóloga alemana y el grupo que conduce. En ese cuento todo parece andar bien hasta que una flecha y un arco puestos en manos del indígena modifican sustancialmente la situación. "El Packard negro" enlaza el hoy con el pasado a partir de un breve pero intenso viaje que realiza un potencial adquirente del vehículo aludido, ficción que resulta casi un homenaje a Bioy Casares. "El regreso", por fin, es una inteligente incursión de la lingüista Iparraguirre en los misterios de los orígenes del habla, una suerte de descenso a la noche de los tiempos emprendido accidentalmente por un viejo profesor, un "viaje a la semilla" que uno de sus discípulos no sólo no comprende sino que -sin saberlo- termina anulando de manera definitiva.

Iparraguirre logra sus mejores relatos cuando acude a la ironía y al humor, tal como ocurre en el casi patético final de este último cuento y como pasa en su buen relato "El viking", texto que habla sobre un personaje lunático, exagerado al estilo de los de Bryce Echenique, y que concluye de una manera ambigua que da pie a distintos interrogantes. La elusión es también lo característico de los mejores relatos de la antología, aquello que no se dice, el "continuará" posible al que aludió en una nota Gabriela Saidon. Esta escritora acertó al decir que Iparraguirre en este tipo de textos desafiaba las preceptivas del género.

En cuanto a la autora de "Narrativa breve", si bien es cierto que su nombre ha cobrado repercusión desde que contó historias de la región austral (tanto en "El país del viento" como en su novela "La tierra del fuego", 1998), sus relatos urbanos, incluyendo la novela "El parque" (1996), en los que su imaginación parece desplegarse con mayor amplitud, siempre parecieron más sólidos.

Opiniones. En todo caso lo que importa es la existencia del libro. Poder adentrarse, como dice uno de sus personajes, "en la corriente turbia y tumultuosa" del relato.


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