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domingo,
18 de
diciembre de
2005 |
Iron Luján fue noqueado por Avendaño en el segundo round
En lo que se podría definirse como la gran sorpresa de fin de año, el fuerte pegador rosarino Sebastián “Iron” Luján (66,600 kilos) cayó por nocaut en el segundo round ante el venezolano Marco Avendaño (66,5) en la pelea estelar de la velada de cierre de la temporada y que tuvo lugar en el club Ciclón de
nuestra ciudad.
Cuando hasta los vaticinios más pesimistas pronosticaban una contundente victoria ante el experimentado venezolano y un interesante retorno a los listados de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Luján fue literalmente aniquilado por el pugilista visitante.
De esta manera, Avendaño regresa a su país, justamente donde tiene su sede la entidad madre del boxeo mundial, con la faja Fedelatin de los welters.
Cuando parecía que Luján comenzaba a dejar definitivamente atrás los fantasmas de su frustrada primera chance mundialista en Atlantic City ante el mexicano Antonio Margarito, donde cayó por nocaut técnico a causa de una lesión en su oreja izquierda, Irón volvió a tropezar con el mismo obstáculo.
Porque, si bien el rosarino había caído de manera inapelable ante Margarito, también es cierto que dejó una muy buena imagen en el plano internacional, y para muchos merecía una nueva oportunidad para el primer semestre del 2006.
Claro, ahora este inesperado traspié retrotrae todo y abre nuevos interrogantes sobre su futuro inmediato.
Vale decir que sus recientes y categóricas victorias Marcelo Rodríguez y Ariel Cháves (a quien retiró del campo rentado) y el empate en Inglaterra frente al húngaro Mihaly Kotai (resultó claramente perjudicado por el fallo de los jueces), no sirvieron de mucho.
En el análisis del round y medio que duro la contienda, sólo se puede decir que una vez más se puso de manifiesto el síndrome de los pegadores, los que en su mayoría, confiados de su poder ofensivo, piensan nada más que en meter una mano y no ven las que vienen. Por eso, Avendaño lo esperó inteligentemente y contragolpeó con una precisión letal.
Una derecha en cross por parte del local en la vuelta inicial pareció conmover a Avendaño, de mejor línea técnica y buen movimiento de piernas.
En el segundo, Luján salió de manera desprolija, a llevarse por delante al visitante. Fueron a los cruces y una izquierda en cross y una derecha corta al mentón por parte del venezolano le hicieron visitar la lona al argentino.
Tras la cuenta de protección, el árbitro Carlos Roldán le dio el pase, pero las cartas ya estaban jugadas para Luján. Con una vertical sustentada más que nada por el orgullo, la guapeza y el amor propio, Iron intentó proyectar algunas manos. Avendaño comenzó una descarga a mansalva y una derecha ascendente
mandó por segunda vez al rosarino a la lona.
El referí comenzó con la cuenta de protección y al ver que no había respuestas en Luján decretó el out.
Si bien, Avendaño se excedió un poco con su festejo al realizar un gesto obsceno, la actitud del público rosarino dejó mucho que desear ya que prácticamente echaron con “sillas voladoras” al venezolano del cuadrilátero.
En doble semifondo, a seis vueltas: el bonaerense Diego Loto (54) se impuso por puntos -fallo unánime- al santafesino Diego Fernández (55,9), y el local Alejandro Gómez (59,4) empató -fallo dividido- con el varelense Fernando Saucedo (57,5). (DYN)
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