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domingo,
18 de
diciembre de
2005 |
Historias
Argentina, el
FMI y un regalo
de aniversario
El pago a fin de año de la deuda total con el Fondo Monetario Internacional (FMI) marcará un hito en una relación que comenzó hace casi 50 años, en 1956, cuando el país firmó su adhesión al organismo creado en 1944 en Bretton Woods.
Desde entonces, y pese a que las turbulencias en el vínculo no son nada nuevo, el país siempre figuró entre los deudores del organismo multilateral, y hasta ocupó los primeros puestos en ese ránking, luego del salto que pegó la deuda pública argentina durante la última dictadura militar y durante el gobierno de Carlos Menem.
Los primeros años de la relación fueron distantes: el dictador Pedro Eugenio Aramburu firmó luego de la caída del gobierno peronista la adhesión a los tratados de Bretton Woods y al Fondo Monetario Internacional.
En 1958, Arturo Frondizi obtuvo los primeros préstamos, gestionados más para dar señales de estabilidad macroeconómica que por una necesidad específica de financiamiento.
Durante la última dictadura, según cifras oficiales, el endeudamiento público argentino pasó de 8 mil a 45 mil millones de dólares. De ese monto sólo una parte menor correspondía al FMI, ya que eran los bancos internacionales los principales prestamistas del país.
La llegada de la democracia
Luego de una serie de postergaciones en los pagos que consiguió la administración de Raúl Alfonsín, el gobierno de Menem dejó un incremento de la deuda pública de unos 40 mil millones de dólares más.
El "plan Brady" transformó la deuda con los bancos en títulos que cotizaban en los mercados internacionales, pero el papel del Fondo creció al mismo tiempo, de tal manera que la deuda con los organismos era en junio de 2001 de unos 25 mil millones, sobre un total de 132 mil millones.
En el medio había estado el "blindaje", acordado en diciembre de 2000 por el gobierno de la Alianza, que representaba un paquete de 20 mil millones de dólares girado por el FMI, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el gobierno de España.
Desde 2002 hasta la fecha, durante los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, el país efectuó pagos netos a los organismos por unos 14 mil millones de dólares, una cifra superior a la que ahora se utilizará para cancelar el resto del capital adeudado.
Pero la relación de Argentina con el Fondo no se limitó en estos años a los préstamos, sino que gravitó decisivamente sobre las principales definiciones de política económica del país.
Los programas de José Alfredo Martínez de Hoz y Domingo Cavallo fueron los más afines a las ideas del Fondo, pero las auditorías del organismo estuvieron siempre presentes hasta agosto del año pasado, cuando el gobierno decidió suspender el acuerdo vigente y comenzar a pagar en efectivo cada vencimiento que se fuera produciendo.
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