Jardinería: alta tecnología en céspedes

Cuando se quiere conocer el mundo de los céspedes deportivos profesionales de primer nivel, los registros se remiten a los grandes estadios de fútbol donde se realizan los eventos más importantes. En esta oportunidad hablaremos de fútbol y en una próxima entrega le tocará el turno al golf.

En estos emplazamientos, cumplir con las exigencias de construcción y mantenimiento significa una inversión muy alta en dinero, tecnología, conocimientos y experiencia. Así entonces, las obras generan un reconocimiento especial hacia aquellos cuya tarea es llevarlas a cabo. Si observamos un campo de juego de primera línea posiblemente surgirán estas preguntas: ¿cómo hacen para lograr ese color?; ¿por qué no existen manchones?; ¿qué secretos tiene? y ¿cómo lo mantienen?

A continuación, un acotado resumen de cuáles son los pasos en la construcción de una cancha de fútbol clase A.

Dentro del flujo de etapas que deben llevarse a cabo para lograr estas "súper carpetas verdes", destacamos una tecnología de avanzada que consiste en la integración de fibras sintéticas sobre el césped natural inyectadas verticalmente sobre el mismo. Esto se realiza luego de la colocación de los panes. Concretamente, consiste en la combinación de un sustrato arenoso especialmente calibrado, un césped 100% natural y 17 millones de fibras sintéticas a una distancia de 2 cm x 2 cm entre una y otra, llegando hasta una profundidad de 20 cms sobre una superficie aproximada a los 7000 m2. Las mismas sobresalen 1,5/2 cm sobre la superficie del suelo.

Esta técnica permite obtener una permeabilidad y estabilidad sin igual que ofrece condiciones de drenaje insuperables, sea cual fuere la condición climática presente. El 3% de la superficie de juego es artificial y el 97% restante es totalmente natural.

Las fibras estimulan el crecimiento de las raíces y protegen el césped en los puntos vitales. El sistema radicular cespitoso se vincula íntimamente con la trama sintética entrelazándose vigorosamente, disminuyendo drásticamente el arrancado de las matas de césped. La máquina instaladora de las fibras, de complejo diseño, está dirigida por un ordenador y está concebida para realizar las inyecciones en forma perfecta. Su desempeño es lento y preciso.

Un campo equipado con este sistema equivaldría a 3 campos convencionales. Se sabe que los céspedes toleran cierta cantidad y calidad de horas de uso, luego deben descansar (suspender actividades) para recuperarse. Este sistema aumenta significativamente la capacidad de utilización y logra una optimización de los costos de mantenimiento. Actualmente existen en el mundo más de 120 terrenos de fútbol y de rugby equipados con este sistema, registrado a escala mundial y certificado por la FIFA y la UEFA para el fútbol.

Entre los atributos técnicos aportados al campo de juego figuran los siguientes:

1)Ofrece una estabilidad excepcionalmente elevada, por consiguiente, el subsuelo conserva una gran resistencia a la deformación y a su vez disminuye sensiblemente el arrancado de las plantas del césped.

2) Los deslizamientos y otros movimientos específicos típicos del fútbol no presentan mayores inconvenientes.

3) Menor riesgo de lesiones.

4) La carga física, amortiguaciones, las características de rebote de la pelota y el comportamiento de la misma son idénticas que en un campo de césped natural convencional.

5) Drenaje óptimo. En malas condiciones climatológicas se seca y puede volver a usarse rápidamente. Las fibras de césped artificial favorecen la evacuación vertical del agua de lluvia. En combinación con la estructura altamente estable, este drenaje intensivo impide anegamientos y pone velozmente en condiciones de juego al terreno.


Etapas de la construcción
A grandes rasgos, los pasos principales para la renovación de una cancha convencional, son:

- Reestructuración de base: primeramente se retiran todas las capas de tierra, arena y/o mezclas y la lámina geotextil, generalmente causante de los problemas de saturación del drenaje y encharcamiento del terreno en los días lluviosos. Bajo esta lámina se encuentra el drenaje de fondo, formado por gravas de distinto diámetro. Esta superficie será el punto de partida para la nueva construcción del campo.

- Planimetría-Drenaje: a partir de este momento comienza la llegada de los nuevos materiales, de alta calidad, perfectamente controlados, para asegurar la obtención de óptimos resultados. Camiones, palas mecánicas y niveladoras guiadas por rayo láser, permitirán obtener la uniformidad en espesor y la planimetría exigidas en estos trabajos. Se reconstruye una capa de gravas de diferente diámetro y esto supone el inicio de la nueva construcción.

- Instalación de riego: la siguiente etapa consiste en la creación del sistema de riego. Los conductos de riego circundan el campo por su perímetro y a su lado, los tubos que canalizan el agua del sistema de calefacción, completan la red. Los tubos de polietileno de alta densidad, conectados mediante termosoldadura, de diámetros diversos, alimentan a los aspersores. Una computadora controla los diferentes sectores de riego activando electroválvulas que abren y cierran automáticamente el flujo de agua respetando la programación planificada. Los aspersores de primera calidad repartidos por el campo cubren en su totalidad el terreno de juego, haciendo que el agua llegue con uniformidad a todos los puntos del mismo. El riego permite el éxito de todas las técnicas que se aplican en el césped (fertilización, control de malezas, control de plagas y enfermedades). Siguen los trabajos de construcción de la capa soporte del campo y 20 cm. de gravas seleccionadas de alta capacidad de filtración son extendidas también con niveladoras guiadas por láser.

El entorno de los aspersores se nivela manualmente, para evitar daños.

- Instalación de calefacción: el terreno de juego es dotado de una instalación enterrada de calefacción, situada sobre la capa soporte. Consta de aproximadamente 20.000 metros de tubo plástico flexible de 0,75 pulgadas de diámetro, que atraviesa el campo en sentido transversal. El agua caliente circulando por estos tubos proporcionará al terreno la temperatura suficiente como para evitar su congelación en los días más fríos del invierno y estimular el crecimiento.

- Capa de enraizamiento (top-soil): la maquinaria para el suministro y extendido de los materiales vuelve a intervenir, ahora para crear la capa de enraizamiento o top soil, que cubrirá las tuberías de calefacción y servirá de asiento al césped. Esta capa la forman arenas seleccionadas en composición y granulometría, con enmiendas y nutrientes imprescindibles para el crecimiento del manto de césped. El objetivo es obtener permeabilidad, estabilidad, permitir la filtración de las aguas de lluvia y todos los elementos adicionados como fertilizantes, fitosanitarios y lograr el correcto desplazamiento de los jugadores sobre el campo.

- Fertilización: sobre la capa de enraizamiento se extiende una capa de fertilizante orgánico de altísima calidad, perfectamente dosificado y distribuido. Un nuevo aporte, esta vez de nutrientes químicos, continúa la preparación del terreno para recibir en las mejores condiciones las raíces del césped. Se los denomina comúnmente "starters" o "arrancadores". Cuidando con esmero el detalle se garantiza que el resultado sea satisfactorio.

- Nivelado del top-soil: las últimas nivelaciones se hacen manualmente, una actividad imprescindible para la buena terminación del campo. Al mismo tiempo se efectúa el alisado mecánico del interior del terreno, preparándolo para la inmediata instalación de las placas de césped. Constantemente se actualizan chequeos con nivel láser. El riego ya instalado vuelve a probarse dado que su buen funcionamiento y cobertura será decisivo para la supervivencia y evolución del césped.

- Instalación de césped natural: después del intenso trabajo, que en el mejor de los casos podrá llevar 30-40 días consecutivos, llega la parte más delicada del proceso: la instalación de las placas de césped natural. El sistema natural-sintético consiste en colocar un césped natural de extrema resistencia (objeto de rigurosas pruebas de selección) que recibe la incorporación de un conjunto de fibras sintéticas de refuerzo implantadas entre sus raíces, lo que permitirá una magnífica conservación e intensidades de juego 3 a 4 veces superiores a las de un campo de fútbol convencional.

El césped natural cultivado es transportado hasta la obra en camiones frigoríficos para mantenerlo hidratado, inactivo y bien conservado. Los rollos de césped, cada uno de una superficie de 8 metros cuadrados, se extienden mediante máquinas de gran precisión en un proceso que sorprende por su dinamismo. Operarios altamente especializados complementan el trabajo de las máquinas, sobre todo en el sellado de juntas y retoque finales de terminación. La programación del riego asegurando su funcionamiento en perfecto estado y sin fallas en la superficie del campo, es elemento obligatorio durante todo el período de instalación de las placas de césped y, por supuesto, después de finalizada esta tarea.

- Implantación de fibras: tras la implantación del césped natural, se procede a la colocación de las fibras artificiales. Para ello, máquinas especiales traídas desde Alemania se ocuparán de la tarea. Fibras de polipropileno de alta resistencia se introducen hasta una profundidad de 20 cm. y sobre las mismas se anclarán las raíces del césped natural que adquieren, gracias a esta tecnología, inusitada resistencia. Es un proceso lento y delicado que puede llevar más de dos semanas.

Para consultas y más información visite www.fusteryasociados.com.ar

Textos: Luis Fuster (ingeniero agrónomo)

Gabriela Rinesi (diseñadora de espacios verdes)

Marcelo Serra (paisajista)