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sábado,
17 de
diciembre de
2005 |
Un espacio donde el tiempo se transformó
La gente parecía no descansar. Hacía y hacía. "La fábrica de papel" otorgaba la posibilidad de constituir objetos de cartón, tarjetas, muñecos articulados, encastrables, y cajitas sorpresa. Un hombre logró una impresión dedicada especialmente a Chiqui González; un regalo que fue a parar directamente al escritorio de la artista. Ambos se emocionaron.
"Nunca dejo mi oficina y vivo prisionero del reloj", contó un empresario que llevó a sus hijos a La Isla de los Inventos. Sin embargo, ayer parecía estar en otra: se olvidó de las presiones cotidianas y se dedicó un tiempo diferente con su familia; el de la creación, la imaginación y la solidaridad. No en vano se encontraba bajo el marco de "La fábrica de objetos mágicos", rodeado de caleidoscopios, periscopios, telescopios, botellas con movimientos, tejos y payanas. Donde el tiempo y el espacio se transforman.
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