Promoción Social ya asiste al anciano que vive desamparado

Se trata de un hombre que vive solo y en medio de la basura. Dos geriátricos también ofrecieron su ayuda

La Secretaría de Promoción Social ya asiste al hombre de 69 años que vivía solo en medio de las ratas y la basura en una vivienda de Cabildo al 500. Un grupo de asistentes sociales se había hecho presente el viernes pasado en la casa de zona sur para ofrecerle a Luis Valle su traslado al Hogar de Ancianos. "En principio no quiere trasladarse de allí. Nos ha manifestado su voluntad de permanecer en el lugar, aunque estaría dispuesto a que una cuadrilla limpie y desinfecte su hábitat", aseguró el titular de la dependencia municipal, Pedro Pavicich. Desde la semana pasada, el hombre también recibe una caja alimentaria que le suministra el municipio.

La historia de don Luis Valle fue publicada ayer por La Capital. Su figura flaca y desgarbada asoma desde en un terreno al que se accede después de transitar un pasillo en Cabildo 549. Vive rodeado de basura, excrementos, vidrios, restos de latas, acompañado de perros y cercado por ratas. Según narraron sus vecinos, el hombre come por la solidaridad del barrio Roque Sáenz Peña y del comedor de la parroquia San Martín de Porres.

Pavicich subrayó ayer que el anciano fue incorporado al listado de personas que reciben mensualmente una caja con alimentos. "La primera visita de nuestros asistentes fue el viernes pasado, a partir del planteo hecho por el Sies(Sitema Integrado de Emergencia Sanitaria)", subrayó el funcionario.

Ante La Capital don Luis había pedido un lugar "con asistencia médica donde pueda vivir como un cristiano". Su situación familiar agrava aún más el cuadro. Soltero, sin jubilación y con dos parientes a la distancia: su madre que vive en Arequito y una prima que casi no puede desplazarse. "Yo de acá me tengo que ir", había dicho el hombre desamparado.

Pero Pavicich afirmó a este diario un panorama bastante diferente. "Le habíamos ofrecido trasladarlo al Hogar de Mayores (que funciona en Grandoli al 340 y depende de la Municipalidad), pero Valle se resistió a trasladarse y sí aceptó, en cambio, una limpieza del lugar que habita, para luego regresar y permanecer allí", remarcó.

Según el informe socioambiental hecho por los asistentes sociales, don Luis recibe atención médica en el centro de salud del barrio y además de la caja alimentaria que le suministra esta repartición "recibe comida del comedor comunitario de la zona".

Pero más allá del "monitoreo" de la Intendencia, La Capital recibió varios llamados interesándose por el estado de salud de Valle. Incluso dos propietarios de geriátricos de la ciudad le ofrecieron su desinteresada colaboración para atenderlo en forma gratuita. En uno de ellos, ubicado en Oroño y 3 de Febrero, su titular, Gustavo Arrabal, puso a su servicio una estadía transitoria hasta tanto se regularice su situación. En el otro, un instituto ubicado en Pellegrini al 1000, también le ofertaron ropa, comida y un techo donde albergarse "llegado el caso en forma permanente",tal cual aseguró la dueña del establecimiento, Sonia Rovere.

La miserable casilla de don Luis ahora será parte del pasado.