
|
jueves,
15 de
diciembre de
2005 |
Confirman pena a policías por matar
a un inocente en operativo irregular
De franco, sin uniforme y en un auto particular, se metieron a tiros en un pasillo tras el robo al hermano de uno de
ellos. Liquidaron a un chico ajeno al hecho y desarmado. Lo declararon homicidio en riña, una figura atenuada
La Cámara de Apelaciones confirmó la condena a dos policías por el crimen de Ariel Colque, un adolescente que para la Justicia quedó atrapado entre dos fuegos cuando los agentes se tirotearon con una banda en un pasillo de la zona oeste. Los jueces dejaron intacta la sanción a cuatro años de cárcel impuesta a los uniformados por matar durante una riña, un encuadre que conlleva una pena mucho más baja que el homicidio común. Pero rebajaron a 75 mil pesos la indemnización que deberán pagar los uniformados en forma conjunta con la provincia de Santa Fe.
El fallo de la Sala IV de la Cámara Penal cierra la revisión judicial del caso a siete años de la muerte de Ariel Colque, un chico de 16 años herido de un balazo en la nuca cuando se encontraba desarmado y acompañado por su novia en la zona de Magallanes al 2400. Aunque destacó las "manifiestas deficiencias investigativas" que entorpecieron el camino para llegar a la verdad, los camaristas no alteraron el enfoque penal del caso.
Los condenados son los policías Jorge Daniel Vázquez, de 39 años, y Darío José Protti, de 40. Ambos siempre reconocieron haber tirado contra el muchacho pero no poder precisar cuál de ellos hizo el disparo letal porque nunca fue secuestrado el proyectil que mató al chico. Ambos fueron sentenciados, como autores de un homicidio en riña, a la pena de 4 años de prisión. No obstante, se encontraban en libertad al ser dictada la condena porque habían sido beneficiados por el régimen del 2 por 1.
La sentencia original, firmada en septiembre del año pasado por el juez Julio Kesuani, les impuso además la obligación de reparar el daño causado a la madre del chico, Ramona Colque, pagando 52.500 pesos en forma solidaria con la provincia, pero más adelante el juez planteó por escrito que tal cifra era errónea. En definitiva, fijó en 112.500 el monto compensatorio.
Pero los camaristas Guillermo Fierro, Rubén Jukic y Antonio Paolicelli consideraron "excesivo" el monto impuesto por daño moral en comparación con las indemnizaciones usuales en casos de muerte violenta de un joven. Estipularon un pago de 60 mil pesos por daño moral y 17.500 por daño material.
Ariel Eliseo Colque había dejado la escuela para ayudar a su numerosa familia (vivía con su madre, su padrastro y cinco hermanos). Trabajaba como vendedor ambulante y hacía changas en el taller de autos de su tío. Fue baleado en la nuca la madrugada del 30 de marzo de 1998 en un operativo policial que todos los magistrados intervinientes tildaron de irregular: lo encabezaron policías de civil, en franco de servicio y en un auto particular que salieron por iniciativa propia a "esclarecer" el robo sufrido esa noche por el hermano de uno de ellos.
En efecto, todo comenzó con un asalto a mano armada que sufrió en su casa de Cochabamba al 5600 Roberto Vázquez, hermano del policía imputado en esta causa. En esa vivienda se encontraban la esposa de Vázquez, sus hijas de 5 y 3 años y un matrimonio con dos chicos cuando irrumpieron "varias personas" que bajo amenazas con armas de fuego manosearon a una de las mujeres y se llevaron varios electrodomésticos. Tras el atraco, el dueño de casa llamó a su hermano y a un policía amigo de la familia, Protti, quienes en el acto se lanzaron a buscar a los sospechosos. Buscaban a un grupo de vecinos que las víctimas señalaron como autores del robo.
En Riobamba 6075 hubo un primer tiroteo donde los policías de civil detuvieron a tres sospechosos. A las 4.30 hubo un segundo enfrentamiento frente a un pasillo de Magallanes 2439 adonde los agentes fueron a buscar al resto de la banda. En ese momento Ariel Colque volvía a su casa junto con su novia. Había pasado la noche con ella y estaba desarmado. Lo que ocurrió a partir de entonces depende de quién lo cuente. Los uniformados aseguran que hubo un enfrentamiento con personas dentro del pasillo y que Colque estaba entre los que tiraban, "quedando atrapado en la línea de tiro". El balazo, no obstante, ingresó por la nuca del muchacho y salió por el cuello. Murió 40 días más tarde.
La familia de Ariel, en cambio, asegura que el chico era ajeno a los incidentes, que estaba desarmado, que fue fusilado a corta distancia y golpeado ferozmente incluso cuando estaba herido en el suelo. Eso atestiguó una vecina. Y un policía que llegó como refuerzo al lugar media hora después aseguró que aún no habían llamado a una ambulancia.
Para la Justicia Ariel fue ajeno al robo y no participó del cruce de disparos: no fue reconocido por las víctimas del asalto, no le secuestraron ninguna pistola y no tenía rastros de pólvora en sus manos. Pero los jueces no consideraron probado el fusilamiento. Creen que el chico quedó atrapado en la línea de fuego y por eso les imputaron a los policías haber cometido un "robo en riña", figura que se aplica a aquellos casos en los participan tres o más personas y donde una de ellas resulta muerta. Los otros participantes del tiroteo fueron detenidos y condenados a cinco años de cárcel por el robo al hermano del policía. Pero como nunca les reprocharon la muerte de Ariel, sólo terminó condenado el "bando" de los policías.
En otro tramo del fallo, los camaristas destacaron que los policías actuaron contra la ley y que mintieron al asegurar que solicitaron refuerzos del Comando Radioeléctrico: "Esto no ocurrió. Simplemente se trató de una suerte de partida especial llevada a cabo por agentes policiales pero al margen de la actuación reglamentaria". No obstante, no consta en la causa que les hayan imputado algún incumplimiento de los deberes o exceso en sus funciones.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Ariel Colque murió de un tiro en la cabeza el 30 de marzo de 1998.
|
|
|